Por Jesús Aguado y Angus Berwick
MADRID (Reuters) - Santander (MC:SAN) presentó el viernes a inversores y analistas un panorama más sombrío de sus expectativas en Reino Unido y España y recortó su objetivo de rentabilidad, lo que provocó un fuerte descenso de sus acciones.
La mayor entidad financiera de la euro zona en términos de capitalización siguió el ejemplo de otros bancos al advertir que los tipos ultrabajos, el brexit y una mayor presión regulatoria e impositiva, presionaban sobre sus proyecciones.
No obstante, el banco presidido por Ana Botín señaló que la desaceleración en estos dos mercados se vería compensada por la mejora del negocio en los países emergentes, incluyendo Brasil, cuya economía mejora gradualmente y que constituye su segundo mercado más importante.
La presidenta dijo en el Día del Inversor que el "entorno difícil" había dado lugar a una depreciación de muchas divisas frente al euro y a unas expectativas de que los tipos de interés se mantendrían durante más tiempo de lo previsto inicialmente en sus actuales niveles mínimos.
A nivel de grupo, la entidad recortó su objetivo de rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE en sus siglas en inglés) a un nivel superior al 11 por ciento para 2018 frente a una meta anterior del 13 por ciento.
El banco fijo también un nuevo objetivo para su ratio de eficiencia (relación entre costes e ingresos, mejor cuanto más baja) a un rango comprendido entre el 45 y 47 por ciento frente a la meta anterior de un ratio inferior al 45 por ciento.
A las 1410 horas, las acciones de Santander cedían un 3,8 por ciento a 3,805 euros frente a un descenso del 2,2 por ciento del índice bancario paneuropeo, que se vio lastrado también por otro desplome de los títulos de Deutsche Bank (DE:DBKGn) (-4,3 pct) al persistir las dudas sobre la estabilidad de la mayor entidad financiera alemana.
En el Reino Unido y en España, su tercer y su primer mercado respectivamente, el banco recortó su objetivo de rentabilidad en varios puntos porcentuales.
Pero un aumento del 20 por ciento del beneficio en Brasil en el segundo trimestre apuntó a una recuperación del negocio en ese mercado que acaba de pasar por su peor recesión en los últimos 100 años.
Brasil era también el único de los tres mercados clave de Santander en el que la entidad mantuvo sin cambios sus objetivos de eficiencia y rentabilidad.
El banco reiteró el viernes otras metas fijadas para 2018, como el de incrementar su ratio de capital de primer calidad algo por encima del 11 por ciento, un gesto aplaudido por los analistas.
Sobre los nuevos objetivos, los analistas de JP dijeron que las "ambiciones más modestas" de Santander eran decepcionantes, pero se ajustaban a sus previsiones. Algunos expertos habían esperado que la entidad presentara nuevas medidas para recortar costes tras anunciar recientemente una reducción de sus oficinas en España, pero el banco cántabro no dijo nada al respecto.
La entidad confirmó también sus planes de aumentar su beneficio por acción en 2016 y 2017 para alcanzar una cifra de dos dígitos en 2018 y reiteró su meta de repartir en efectivo en 2018 entre el 30 y el 40 por ciento de su beneficio entre sus accionistas.