Sao Paulo, 13 mar (EFE).- El dólar comercial llegó hoy en Brasil a la marca de los 3,28 reales, un valor que no se registraba desde 2003, cuando el Partido de los Trabajadores (PT) llegó al poder, y que vuelve en medio de la creciente tensión entre el Gobierno y la oposición por la corrupción y la delicada situación económica.
La disparada del dólar, acentuada en lo que va de año, coincidió hoy con una jornada nacional de marchas a favor de la gestión de Rousseff y de la petrolera estatal Petrobras, inmersa en un gigantesco escándalo de corrupción que salpica a políticos y ejecutivos de constructoras.
El escenario económico, con una previsión de crecimiento nulo en 2014 y en el que los niveles de inflación rozan el techo máximo fijado por el Gobierno, y la mejora de la coyuntura estadounidense torna más frágil a Brasil frente a las oscilaciones cambiarias.
Además, la corrupción en Petrobras ha generado una insatisfacción política que puede dificultar aún más la aprobación por parte del Congreso de las medidas de ajuste fiscal propuestas por el Gobierno, a lo que los analistas del mercado financiero atribuyen parte de la devaluación del real.
En el mercado de divisas, el real se depreció hoy un 2,84 % frente al dólar, moneda que cerró la semana negociada a 3,247 reales para la compra y a 3,249 para la venta.
La cotización de la moneda estadounidense es la mayor desde abril de 2003, en los primeros meses de Gobierno del entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuando el Partido de los Trabajadores (PT) asumió el poder.
El billete verde llegó hoy a marcar un valor de 3,28 reales antes de la media sesión de este viernes, pero después retrocedió y frenó un poco su avance.
En la semana, la moneda brasileña acumuló pérdidas del 6,41 % y en lo que va del año su depreciación es del 22 %, casi el doble del 12,99 % que perdió en todo 2014.
El economista Joao Medeiros, analista de cambio de Pioneer Corretora, dijo a Efe que existen varios motivos para llegar a este escenario cambiario, como previsiones de agencias calificadoras de riesgo y la expectativa de ganancias del sector exportador.
La subida de este viernes también "es el reflejo de una noticia que indica que el ministro Levy habría hablado de presentar su renuncia", agregó Medeiros.
Sin embargo, el analista dijo que la situación del dólar "es coyuntural" y que las grandes corporaciones multinacionales están protegiéndose con contratos "swap" (de permuta financiera).
"La devaluación no es solo brasileña, sino que afecta a todo el mundo. El euro está cayendo, la libra también y el yen se deprecia rápidamente. Es un problema global que aquí se debe interpretar sobre la marcha de la economía local y los mensajes del Gobierno sobre qué pretende hacer de la economía", subrayó.
Para Reinaldo Domingos, presidente de la Asociación Brasileña de Educadores Financieros (Abefin), el alza del dólar "tiene un impacto para todos: inversores, empresarios, turistas y consumidores. De una manera positiva para unos (exportadores) y negativa para otros".
El Itaú-Unibanco, la mayor institución bancaria privada del país, en tanto, señaló hoy en su reporte semanal de analistas de mercado que la "alta volatilidad" del cambio "debe permanecer" en los próximos meses y puede tener incidencia con el caso de corrupción en Petrobras.
El banco elevó su proyección para finales de 2015, con un dólar a 3,10 reales, diferente del pronóstico de 2,96 reales que se tenía una semana atrás.
"La revisión en la tasa de cambio refleja principalmente las dificultades de financiación del déficit en cuenta corriente en un año en que la liquidez mundial debe disminuir, los vencimientos de la deuda externa bruta son más elevados y el escenario político más complejo", apuntó la entidad.
Adicionalmente, el Banco Central dio a entender con recientes movimientos en el mercado futuro que pretende interrumpir las intervenciones cambiarias diarias a través de contratos "swap" y estabilizar así ese tipo de operaciones que pretendían contener la avanzada del dólar y por las que apostó en los últimos meses.