París, 28 mar (.).- Casino se hunde en bolsa este jueves con su vuelta al mercado tras la reestructuración financiera decidida para afrontar una deuda insostenible, y que ha supuesto el cambio de control del grupo francés de distribución, que queda en manos del magnate checo Daniel Kretinsky.
Las acciones de Casino se han desplomado más del 65 % desde los primeros intercambios en la Bolsa de París, después de haber permanecido la cotización suspendida desde el martes.
Poco antes de mediodía, sus títulos se depreciaban un 67,26 % a 0,0350 euros, lo que equivalía a una valoración de la compañía inferior a los 4.000 millones de euros.
Teniendo en cuenta ese descenso, la pérdida que acumula en bolsa desde comienzos de año es superior al 95 %.
En un comunicado publicado antes de la apertura de la Bolsa de París, Casino había precisado que su capital ha pasado a estar a estar compuesto por 37.304.080.735 acciones que representan 37.351.145.26 derechos de voto.
La compañía, que había estado dirigida desde 1998 por Jean-Charles Naouri, ha pasado a estar controlada por France Retail Holdings, una entidad de Kretinsky, que en esta operación se ha asociado con el fondo francés Fimalac y con el británico Attestor.
El nuevo consejero delegado es Philippe Palazzi, un antiguo alto ejecutivo del grupo de distribución Metro y Lactalis, y el presidente del consejo de administración Laurent Pietraszewski, que fue secretario de Estado francés de Pensiones con el actual presidente, Emmanuel Macron.
La reestructuración resulta de la enorme deuda de 7.400 millones de euros que amenazaba con hundir totalmente un grupo que cuenta en su cartera diferentes cadenas de supermercados y tiendas con las marcas Monoprix (800), Franprix (1.400), Petit Casino, Spar, Sherpa (6.400), así como el especialista de productos ecológicos Naturalia y la división de comercio electrónico Cdiscount.
Para poder mantenerse a flote, Naouri tuvo que ceder primero todos sus activos en Latinoamérica, entre ellos Brasil, Argentina y Colombia, y una parte de sus tiendas en Francia. Los acreedores, por su parte, han tenido que aceptar una condonación de buena parte de la deuda para dejarla en poco más de 2.600 millones de euros.