Madrid, 6 sep (.).- La exportación e importación de vehículos generó en el primer semestre un beneficio a la balanza comercial nacional de 10.076 millones de euros, el 45,5 % más que en el primer semestre de 2020, muy condicionado por la covid, y el 36 % más que en 2019, cuando el sector operó con normalidad.
"Este resultado posiciona al automóvil como el producto con mayor aportación a la balanza comercial española", ha subrayado este lunes la asociación de fabricantes Anfac, cuyas cifras reflejan la caída de las importaciones debido a las menores ventas de coches nuevos en España.
Entre enero y julio, las exportaciones de vehículos sumaron 18.273 millones de euros, lo que supone un incremento del 34,2 % respecto a 2020 y un retroceso del 3,7 % comparado con 2019, lo que, según la misma fuente, "demuestra la resiliencia del sector a pesar del contexto".
"La crisis económica y sectorial y la escasez de los microchips está afectando gravemente a la producción de vehículos, impacto que se notará aún más en el segundo semestre", han advertido no obstante desde Anfac.
El valor de las importaciones fue de 8.197 millones de euros, un 22,4 % más que en el primer semestre de 2020, pero un 29,3 % que en el mismo periodo de 2019, "lo que da medida del impacto del descenso de las matriculaciones en el mercado nacional".
En su conjunto, el sector de la automoción (vehículos y componentes) elevó en el primer semestre un 60,1 % su saldo comercial, con una aportación positiva de 6.657 millones de euros a la balanza comercial española.
Aunque este saldo es superior al registrado en 2019 (cuando se quedó en 4.123 millones de euros), lo cierto es que, tanto el valor de las exportaciones (-7,8 %) como de las importaciones (-21,2 %), son inferiores a los de ese año, dando la medida de que el sector no atraviesa un momento comercial positivo.
Con estas cifras, se mantuvo como el segundo sector por aportación neta de la economía española, solo superado por el agroalimentario, a pesar de la pandemia, la debilidad del mercado interno y la escasez de microchips.