WASHINGTON D.C. - La propuesta de adquisición de U.S. Steel por parte de Nippon Steel, valorada en 14.000 millones de dólares, ha suscitado un intenso debate en los círculos políticos debido a la preocupación por la seguridad nacional y la preservación del control de la industria nacional. Los senadores John Fetterman y J.D. Vance son algunas de las figuras políticas que han expresado su preocupación por las posibles consecuencias del acuerdo, que convertiría al gigante siderúrgico japonés en el tercer mayor fabricante de acero del mundo.
En diciembre, Nippon Steel presentó una oferta de compra de U.S. Steel a 55 dólares por acción, una propuesta que desde entonces ha estado sometida a un riguroso escrutinio. El Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS) está examinando actualmente la adquisición en busca de posibles implicaciones para la seguridad nacional que pudieran derivarse de la transferencia de propiedad. La complejidad de esta investigación sugiere que la decisión final podría no alcanzarse hasta 2025, lo que indica la seriedad con la que se está estudiando el asunto.
A pesar de la resistencia política, los ejecutivos de Nippon Steel, incluido Takahiro Mori, han mantenido activas conversaciones en Washington D.C., probablemente en un esfuerzo por abordar las preocupaciones e impulsar el acuerdo. El resultado de estas conversaciones y de la revisión del CFIUS será decisivo para determinar si la adquisición puede seguir adelante, equilibrando los intereses económicos con las consideraciones de seguridad nacional.
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