Por Ron Bousso y Karolin Schaps
Royal Dutch Shell (LON:RDSb) redujo el miércoles sus planes de gastos en otro 10 por ciento respecto al objetivo fijado en febrero, cuando completó la adquisición de BG Group (LON:BG), y afirmó que podría recortar aún más, si fuera necesario.
En sus primeros resultados desde el acuerdo que lo convirtió en el mayor productor mundial de gas natural licuado, Shell redujo el gasto a 30.000 millones de dólares mediante la cancelación de proyectos y la disminución de costos de exploración.
La mayor petrolera de Europa ha estado bajo presión de los accionistas para reducir sus gastos anuales a menos de 30.000 millones de dólares para asegurar que pueda mantener su dividendo ante la lenta recuperación de los precios del crudo.
Analistas recibieron con beneplácito los recortes de gastos de Shell, aunque algunos inversores aún esperan reducciones más profundas cuando anuncie su estrategia el próximo 7 de junio. A las 1315 GMT, las acciones de Shell (L:RDSa) perdían 2,0 por ciento.
En un intento por buscar eficiencia y recaudar dinero, Shell continuará con un programa de desinversión de activos de 30.000 millones de dólares hasta fines de 2018, principalmente en su división de refino.
La compañía prevé recaudar al menos 3.000 millones de dólares de desinversiones principalmente en refino este año, dijo el director financiero Simon Henry, lo que significa que necesita acelerar la venta de activos en los próximos años para cumplir con esa meta.
Shell también dijo que sus gastos operativos anuales bajarán a 40.000 millones de dólares este año, pese a la adquisición de BG, desde 53.000 millones de dólares en 2014.
La petrolera planea recortar 10.300 puestos de trabajo en los próximos años y ha iniciado negociaciones de despido con personal en Reino Unido, Australia y Holanda.
Shell informó que el beneficio neto de acuerdo con su definición -beneficio ajustado a coste de reposición de reservas excluyendo ciertos elementos- sumó 1.550 millones de dólares en el primer trimestre, más que los 1.040 millones de dólares proyectados por analistas.
(Editado en español por Carlos Aliaga/Patricio Abusleme)