Madrid, 8 mar (.).- Talgo (BME:TLGO) se enfrenta a una multa millonaria que le reclama Renfe por el retraso en la entrega de los trenes de alta velocidad S106, conocidos como Avril, en medio de la opa lanzada ayer por Magyar Vagon por la totalidad de su capital y sobre la que el Gobierno advierte de que se mantendrá vigilante.
El grupo húngaro Magyar Vagon anunció ayer el lanzamiento de una opa sobre el 100 % de Talgo, por 619 millones de euros, que apoya la compañía española y su principal accionista, pese a pronunciamientos en contra del Gobierno español.
Se trata de una operación que llevaba en el aire desde mediados de noviembre de 2023, pendiente del visto bueno de los bancos acreedores y de las conversaciones con el Gobierno español, que ya ha advertido de que Talgo es una empresa que opera en un sector estratégico para el país.
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha señalado esta semana que el Ejecutivo "hará todo lo posible" para evitar la opa, ante el temor de que detrás de la oferta esté el Gobierno ruso.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este viernes desde Chile, donde está de visita oficial, que el Ejecutivo defenderá los intereses de Talgo y trabajará por "garantizar" su "estabilidad futura" ante la opa.
Ha recordado que España tiene "un marco reforzado" para el "análisis y también control de inversiones extranjeras", y ha insistido en que el Gobierno siempre defenderá "los proyectos industriales" que son estratégicos para España, al igual que los puestos de trabajo.
También el sindicato UGT ha advertido de que vigilará la opa para velar por el empleo, las condiciones laborales de la plantilla y la permanencia de la sede social de Talgo en España, y de que tomará las medidas oportunas para defender los derechos de la plantilla.
Multa de 166,6 millones por retrasos
Por otro lado, hoy se ha conocido una carta enviada por Renfe a Talgo el pasado 6 de marzo, un día antes del anuncio de la opa, a fin de reclamarle 166,6 millones de euros por el retraso en la entrega de 15 trenes Avril.
En la misiva, el operador ferroviario público confirma a Talgo la penalización ya comunicada en 2022 de 116 millones de euros, a los que se suma un lucro cesante de 50 millones.
Además, "sin perjuicio de la actualización que pueda corresponder, especialmente en lo relativo a los daños y perjuicios que se contabilizarán de manera diaria a partir del 1 de abril de 2024, que se estiman en 80.000 diarios, si los trenes no fueran entregados para su operación comercial".
Tras la penalización comunicada por Renfe en 2022, Talgo atribuyó a causas "de fuerza mayor" y "exógenas" a la compañía los retrasos en la fabricación, entre ellas, caídas en la producción e interferencias en la cadena de suministro generadas por la covid-19 y otros eventos geopolíticos.
En 2016, Renfe adjudicó a Talgo por 1.281 millones la construcción de 30 trenes de alta velocidad, 15 de ellos de ancho variable -que pueden circular por vía convencional y estándar-.
Los trenes debían haber sido entregados inicialmente a partir de enero de 2021 para entrar en servicio aquel verano en los enlaces entre Madrid, Galicia y Asturias.
Renfe señala en la carta, a la que ha tenido acceso EFE, que la documentación aportada hasta ahora por Talgo "no justifica" que los retrasos en la entrega de los trenes S106 "no sean imputables" al constructor.
"Les recordamos que, a fecha de hoy, Talgo continúa sin entregar los trenes, lo que constituye un flagrante incumplimiento de sus obligaciones contractuales", añade.
El ministro Puente ha terciado en la polémica diciendo que espera tener "pronto noticias positivas de la compañía", a la que atribuyó "ineficiencias e incoherencias".
Renfe pondrá a la venta el próximo lunes billetes con descuentos para el trayecto entre Asturias y Madrid a 25 euros para viajes entre el 1 de abril y el 6 de mayo como consecuencia de estos retrasos.
Bajada en bolsa
Después de abrir la sesión de hoy al alza, Talgo ha bajado más del 3 % en bolsa ante las dudas de los inversores sobre el futuro de la opa.
De esta forma, su cotización se aleja del precio ofrecido por el consorcio húngaro, 5 euros por acción, y se acerca a los 3,915 euros a los que cerró el 15 de noviembre, el día antes de que la compañía española confirmara que un inversor estaba interesado en lanzar una opa.