Por Joan Faus
BARCELONA, 1 mar (Reuters) - Unas ligeras lluvias serán suficientes para que la región española de Cataluña evite más restricciones de emergencia en el uso del agua, dijo un funcionario regional, mientras la región se enfrenta a la peor sequía de la que tenga registros.
"Necesitamos que llueva muy poco para no entrar en la segunda fase", dijo el viernes a Reuters David Mascort, responsable de Medio Ambiente de la Generalitat.
En la primera fase de restricciones, los residentes tienen que reducir su consumo de agua un 5% y los agricultores hasta un 80%. Mascort planteó la posibilidad de suavizar algunas de ellas, como levantar la prohibición de llenar las piscinas en el caso de las instalaciones comunitarias.
Las lluvias evitarían una segunda oleada de medidas en el marco de un estado de emergencia que ya afecta a seis millones de personas en 200 pueblos y ciudades, incluida Barcelona, la segunda ciudad más grande de España.
Incluso unos niveles de lluvia tan bajos como los de mayo y junio del año pasado, entre 150 y 200 litros por metro cuadrado de lluvia en un periodo de una a dos semanas, permitirían a Cataluña retirar el estado de emergencia, según Mascort.
El nivel de los embalses se situaría entonces en el 20% de su capacidad, frente al 15% actual, añadió en una entrevista.
"¿Sucederá esto? Llevamos tres años esperando que llueva como debe", dijo.
Según un estudio de 2022, algunas zonas de la península Ibérica se encuentran en su momento más seco en 1.200 años, lo que ha obligado a las autoridades a plantearse la posibilidad de traer agua en barco a Barcelona, como en 2008, para servicios esenciales como los hospitales.
Si no llueve lo suficiente, Barcelona no sólo tendrá que traer agua de una planta desalinizadora cercana a Valencia, sino que también podría necesitar más agua de la vecina Tarragona y de la ciudad francesa de Marsella, según Mascort.
El mandatario afirmó que el consumo de agua ha descendido un 16% interanual en algunas zonas y que el consumo total es inferior al de las regiones vecinas. "La gente está haciendo un gran esfuerzo (...) y por eso hemos podido sobrevivir a 40 meses de sequía" señaló.
(Reporte de Joan Faus; Edición de Charlie Devereux y Alexander Smith)