Por Horaci Garcia
MADRID, 19 mar (Reuters) - El director de la organización humanitaria española Proactiva Open Arms, que entregó 200 toneladas de ayuda alimentaria a Gaza esta semana, afirmó que está decidido a mantener las entregas a pesar del considerable peligro que suponen para su equipo la actual guerra entre Israel y Hamás.
También instó a otros "Estados y organizaciones más poderosos y ricos" a hacer lo mismo utilizando un nuevo corredor marítimo desde Chipre hasta el enclave asolado.
Oscar Camps, que iba a bordo del buque de salvamento que zarpó de Chipre el 12 de marzo en un viaje de 320 kilómetros por el Mediterráneo oriental hasta Gaza, describió las peligrosas condiciones del mar que complicaron la entrega en un embarcadero improvisado, así como el gran peligro que corrían los equipos de entrega en tierra.
Camps explicó que tardaron siete horas en trasladar una barcaza amarrada al barco hasta un embarcadero construido con edificios destruidos y escombros para descargarla en medio de un mar embravecido.
Su equipo había sido advertido por Israel de que no podía garantizar su seguridad, dijo, y "los bombardeos estaban a decenas y centenares de metros de donde estaba el desembarco", y de quienes descargaban la ayuda en tierra.
"Están comiendo hierba", dijo a Reuters en Badalona, una ciudad al norte de Barcelona, en la costa española. "La guerra no cesa, te retumba todo, estás entre cortinas de humo, polvo, ves los tanques de que van para un de un lado a otro", añadió.
Camps señaló que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel abrió la ruta marítima de Chipre a Gaza el 20 de diciembre, "lo que pasa es que nadie la utilizó".
El chef español José Andrés, fundador de la ONG World Central Kitchen que suministró los alimentos transportados por Open Arms, fue quien sugirió que intentaran realizar una entrega, añadió Camps.
El martes, Andrés confirmó en una publicación en redes sociales que se había entregado el equivalente a unas 500.000 comidas en el norte de Gaza, 200 toneladas, pero remarcó que "hay que continuar esto sin parar, diariamente y conseguir llegar a cada comunidad del norte".
Están decididos a enviar cargamentos mayores, de hasta 500 toneladas, en un segundo, tercer y cuarto barco, dijo Camps. "No es fácil, pero tampoco es imposible".
Open Arms se financia en un 90% con donaciones de la sociedad civil, dijo Camps, un antiguo socorrista de Cataluña cuya organización humanitaria se puso en marcha para salvar a migrantes en el mar.
Calificó su operación actual de "tirita" que esperaba desencadenara iniciativas más ambiciosas, apelando a naciones y organizaciones más ricas para que utilizaran la misma ruta marítima, y a Israel para que ordenara el alto el fuego cuando se entregara la ayuda.
Un informe respaldado por la ONU afirmaba el lunes que la hambruna era "inminente" en el norte de la Franja de Gaza, donde unas 300.000 personas están atrapadas por los ataques israelíes que comenzaron en octubre, en respuesta a un ataque de Hamás.
En toda la Franja de Gaza, el número de personas que se enfrentan a una "hambruna catastrófica" ha aumentado hasta 1,1 millones, la mitad de la población, según el informe.
(Reporte de Horaci Garcia; Escrito por Aislinn Laing; Editado en español por Aida Peláez-Fernández)