RIBEIRA, España, 8 ene (Reuters) - Cientos de voluntarios trabajaron en las playas arenosas de Galicia con coladores y palas el lunes, después de que millones de bolitas de plástico llegaran a sus costas, desatando preocupaciones medioambientales y un juego de culpas políticas.
A veces conocidas como lágrimas de sirena o pélets, las bolitas se utilizan para fabricar artículos de uso cotidiano, desde botellas de agua hasta bolsas de la compra, y se sabe que contribuyen a agravar el problema del plástico que llega a los océanos y ríos del mundo.
Los millones que llegaron a España procedían de al menos un contenedor que cayó el mes pasado del Toconao, un buque fletado en Liberia por el gigante naviero Maersk (CSE:MAERSKa), frente a las costas del país vecino Portugal, dijo Bedeko Europe, fabricante de los gránulos, en un comunicado.
La vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, dijo a TVE que el Gobierno estaba preocupado por las posibles "graves consecuencias", pero que aún desconocía el impacto exacto y si afectaría a la pesca.
Las escenas en las que los residentes utilizaban artículos domésticos para ayudar a limpiar las playas revivieron los recuerdos de la peor catástrofe medioambiental de Galicia, el vertido de 63.000 toneladas de petróleo en 2002, que obligó a cerrar los caladeros más ricos de España.
"Desgraciadamente, a todos nos recuerda imágenes del pasado que queremos definitivamente borrar", dijo Montero.
Se calcula que cada año 10 billones de bolitas de plástico contaminan los ecosistemas marinos, según un informe de 2020 elaborado por Pew Charitable Trusts.
Ecologistas en Acción denunció la "inacción del gobierno regional dos semanas después de detectar el vertido" y en un comunicado el viernes dijo que presentaría una denuncia por delito medioambiental contra Toucan Maritime, el armador neerlandés del buque.
El presidente regional de Galicia, Alfonso Rueda, del conservador Partido Popular, dijo que el Gobierno central sabía de la dispersión de pélets desde hacía más de dos semanas, pero que sólo informó a su administración el 4 de enero.
El representante de Madrid en Galicia dijo que el servicio de salvamento marítimo había informado por primera vez a los guardacostas regionales sobre el incidente el 20 de diciembre.
(Información de Miguel Vidal y Emma Pinedo; escrito por David Latona; editado por Andrei Khalip y Barbara Lewis; editado en español por Javi West Larrañaga)