Foro de Davos: Qué es y quiénes son sus miembros

Davos es una estación de esquí situada en los Alpes suizos y que goza de mucha fama entre los amantes de esta práctica deportiva.

Pero en el mundo económico y financiero Davos adquiere otra perspectiva. Es ahí donde todos los años se celebra el Foro Económico Mundial desde que se creó en el año 1971. Es por este motivo que también se le conoce como Foro de Davos.

Durante una semana al año, las élites mundiales se dan cita para hablar acerca del futuro del planeta y todos aquellos temas que sean de gran interés para el mundo en ese momento, presente y futuro. 

El Foro Económico Mundial es una organización sin ánimo de lucro con sede en Ginebra que nació en 1971 gracias a un economista llamado Klaus Schwab, que se propuso reunir a las personas que realmente tenían poder en el mundo para incentivar la ayuda internacional en materias relevantes como la política y la economía. De todas maneras, en sus inicios, el objetivo fue facilitar el diálogo entre empresarios europeos y estadounidenses.

Uno de sus Principios fundacionales dice: “comprometidos a mejorar el estado del mundo» y refleja a la perfección el principal objetivo que no es otro que reunir a la flor y nata del planeta para buscar entre todos soluciones a los problemas importantes que afectan a la humanidad.

En realidad, en el Foro de Davos se debate sobre diversos temas, tales como economía y finanzas, medio ambiente, tecnología, salud, y todo ello con la finalidad de afrontar los desafíos a los que tenemos que enfrentarnos.

Pero al igual que siempre se dice que donde realmente se hacen los negocios de un país es durante un partido de fútbol, concretamente en el palco de los grandes estadios, también en Davos tenemos las bambalinas.

En efecto, al margen de la agenda oficial, las reuniones, debates, etc, también se producen reuniones secretas que se amparan en la regla de que “todo lo que se hable se queda ahí y no sale fuera”. Ahí es realmente donde se cuecen grandes acuerdos y decisiones que ni la prensa conoce.

En la edición de 2024 que se llevó a cabo entre el 15 y el 19 de enero, se adoptó el lema “Reconstruyendo la confianza“.

La guerra en Ucrania, el conflicto en Oriente Medio, la elevada inflación y los tipos de interés fueron temas relevantes que estuvieron en boca de todos, pero también otros que requieren de la cooperación pública y privada.

Pero sobre todo, los debates se focalizaron en:

– Seguridad y cooperación en lo referente a la guerra de Rusia con Ucrania y el tema en Oriente Medio, de cara a poder ofrecer ayudas y alternativas a las partes involucradas. 

– Creación de trabajos que al fin y al cabo son el motor de todo país.

– La Inteligencia Artificial, presente y futuro, además de la preocupación que supone el no contar con una adecuada regulación, puesto que la IA puede ofrecer muchas ventajas pero, si no se hace un uso adecuado de ella y se controla, puede ser un auténtico peligro y amenaza para el mundo.

– El clima y la energía. Se pretende lograr un consumo de carbón neutro para el año 2050 y que haya un acceso global a la energía, agua y comida en todas partes del planeta.

Generalmente, cada año asisten entre 2000 y 3000 personas (unos son participantes y otros son ponentes). Puede parecer un número elevado teniendo en cuenta que la asistencia es muy exclusiva, pero es que acuden personas de muchos sectores, entidades, organismos, gobiernos y empresas.

Entre los asistentes podemos destacar a jefes de Estado, jefes de Gobierno, directores ejecutivos de empresas, representantes de la sociedad civil, medios de comunicación globales, líderes juveniles, el presidente de Estados Unidos, los dirigentes de la Unión Europea y de la ONU, empresarios, emprendedores,  académicos, responsables de ONG, activistas, líderes religiosos, representantes de organizaciones internacionales, personas famosas.

Es muy habitual el contraste entre los asistentes. De hecho hemos podido ver a Donald Trump, Greta Thunberg y Elton John, tres personas que no tienen nada que ver, pero que por diferentes motivos fueron invitados y asistieron.

Y en la Promenade, siempre hay un lugar para las empresas, las cuales levantan una especie de “puesto” donde atienden a quienes se acercan y les explican y venden ideas y servicios. Esos “puestos” son zonas que las empresas alquilan durante los días que dura el Foro de Davos y la finalidad es atender a las personas interesadas que echen un vistazo, así como celebrar reuniones.

Poder asistir a Davos es una oportunidad única en la vida, ya que es el mejor momento para hacer nuevos contactos, conocer personas, captar nuevos clientes o socios.

Pero ya sabemos que para asistir se necesita una invitación que es muy exclusiva. 

Sin embargo, hay maneras de poder ir sin invitación. Con un acuerdo para una «Asociación Estratégica» (los llamados Strategic Partnerships) con los organizadores, que cuesta más de medio millón de euros al año. O también puede pagar por ser miembro, en este caso 56.000 euros al año y 23.800 euros más por persona. Por cierto, los periodistas no tienen que pagar.

Claro, aunque alguien tenga ese dinero y esté dispuesto a gastárselo en poder asistir, no significa que pueda estar sentado al lado del presidente de Estados Unidos o de cualquier otro asistente vip. La élite forma un grupo diferente.

Pero justo por debajo de las élites, la invitación de color blanca es la más deseada, ya que ofrece la oportunidad de asistir a buena parte de las reuniones. Estas van dirigidas a participantes de elevado nivel, como por ejemplo los ponentes. Suelen estar reservadas para altos funcionarios, grandes empresarios y algunos periodistas y permiten asistir a cenas y reuniones exclusivas con ricos y famosos.

La mayoría de periodistas llevan acreditaciones naranjas. Pero hay también otros colores, como el violeta (para el personal técnico) o el verde (para las delegaciones).

Y sí, también hay tiempo para el ocio y la fiesta nocturna hasta altas horas de la madrugada. Generalmente se celebran en discretos chalés suizos o en los hoteles en los que las grandes empresas y bancos organizan cócteles.