Este artículo se publicó en inglés el día 13 de septiembre de 2016
La semana pasada, Arabia Saudí y Rusia provocaron una subida de los precios del petróleo en la cumbre del G20. Los ministros de petróleo de los dos países se reunieron en privado al margen de la reunión para discutir la estabilización del mercado del petróleo, lo que es irónico teniendo en cuenta lo que sucedió después.
Aproximadamente a las 8:00, hora de Londres (las 9:00 en España), anunciaron (a través de una agencia de relaciones públicas) que publicarían un anuncio media hora más tarde esa mañana. El precio del petróleo comenzó a dispararse (subiendo un 4%) presumiblemente porque los especuladores pensaron que el anuncio de la congelación de la producción de petróleo era inminente. Sin embargo, el anuncio en cuestión no incluía nada de eso, y los precios cayeron inmediatamente.
Los traders bien informados reaccionaron a la subida comprando cuando se publicó la noticia que anunciaba el anuncio. Sabían que la congelación de la producción de petróleo no era inminente y vendieron justo antes del anuncio real, con la consiguiente caída de los precios.
Debemos esperar más subidas como ésta en las próximas semanas según se acerque el Foro Internacional de la Energía. Aunque la reunión (que se celebrará en Argelia del 26 al 28 de septiembre) no es una reunión oficial de la OPEP, todos los miembros de la organización estarán presentes y pretenden mantener conversaciones al margen.
Mientras tanto, el nuevo secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo, se ha reunido con varios miembros de la OPEP en pequeños grupos. El martes pasado, se reunió con los iraníes y el viernes se reunirá con Arabia Saudí y Argelia en París.
A pesar del optimismo de algunos miembros de la OPEP, como Argelia, hay pocas probabilidades de que se produzca ningún tipo de acuerdo de congelación entre los miembros de la OPEP o entre la OPEP y Rusia. Varios países de la OPEP están desesperados por que suban los precios del petróleo, de modo que hacen afirmaciones esperanzadoras, pero no dejan de ser sólo una esperanza, no un hecho. Por ejemplo, cuando el ministro del petróleo de Argelia dijo la semana pasada que "todas las soluciones son posibles", trataba de poner el tono más positivo posible en cuanto a la situación actual, ya que Argelia se beneficiaría de una congelación de los niveles de producción. Puede que también esperara que sus declaraciones optimistas, sumadas a las de sus colegas, pudieran crear un breve repunte de los precios, como sucede a menudo.
Los mayores y más seguros productores, como Arabia Saudí y Rusia, siguen expresándose con cautela. El ministro de petróleo de Rusia, Alexander Novak, ha dicho recientemente que no ve ninguna razón para congelar la producción de petróleo si los precios se mantienen en torno a los 50 USD. Sin embargo, aún pretende reunirse con su homólogo saudí en el Foro Internacional de la Energía para discutir la estabilización del mercado y otros métodos de cooperación.
Se produzca o no algún acuerdo en cuanto a la producción de petróleo en las próximas semanas, la volatilidad es alta y los proveedores a corto plazo deberían estar pendientes de las próximas reuniones y anuncios (o anuncios de anuncios) que podrían provocar subidas de precios importantes o un desplome del mercado del petróleo durante las próximas semanas.