Tokio, 11 may (.).- La Bolsa de Tokio cerró hoy al alza gracias a un yen debilitado, algo que favoreció a los principales exportadores nipones y aupó al índice principal a su cierre más alto en casi un año y medio.
El índice de referencia Nikkei cerró con un avance de 61,46 puntos, un 0,31 por ciento, y quedó en los 19.961,55 puntos, su mejor cierre desde noviembre de 2015.
El segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, ganó 1,67 puntos, un 0,11 por ciento, hasta las 1.586,86 unidades.
El parqué tokiota empezó con fuerza y amplió las ganancias a lo largo de la jornada, algo que sitúa al Nikkei muy cerca de la importante barrera psicológica de los 20.000 puntos.
El debilitamiento de la moneda local frente al dólar favoreció a los principales exportadores nipones, ya que sus productos pueden venderse a precios más competitivos en el extranjero y los beneficios obtenidos fuera de Japón se inflan al ser repatriados.
Las ganancias estuvieron contenidas, sin embargo, debido a la recogida de beneficios tras una semana de importantes subidas, señalaron analistas locales.
El sector bancario, el de caucho y el de los metales no ferrosos lideraron las subidas en Tokio.
Los exportadores Olympus (T:7733) y Fujitsu (T:6702) ganaron un 1 y un 0,4 por ciento, respectivamente; mientras, en el sector del caucho, Yokohama Rubber (T:5101) se alzó un 1,7 por ciento y Bridgestone (T:5108) avanzó un 0,7 por ciento.
El grupo bancario SoftBank (T:9984) subió un 2 por ciento después de que la compañía anunciara el miércoles que el beneficio neto obtenido el pasado año fiscal (que finalizó el 31 de marzo de 2017) triplicó el conseguido el año anterior.
En contra de la tendencia alcista, el fabricante de componentes electrónicos TDK (T:6762) se dejó un 2,7 por ciento tras estimar una caída del 62 por ciento de su beneficio neto para el próximo año fiscal.
En la primera sección, 979 valores avanzaron frente a los 877 que retrocedieron, mientras que 159 cerraron el día sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 2,793 billones de yenes (22.531 millones de euros), frente a los 2,779 billones de yenes (22.418 millones de euros) de la víspera.