El retorno sobre el capital propio, más conocido como ROE (siglas en inglés de «Return On Equity»), es un instrumento financiero que permite evaluar la eficiencia económica de una empresa y la correlación entre las ganancias netas y su patrimonio interno.
Qué es el ROE en términos sencillos. El ROE sirve de termómetro para medir cuán eficiente es una empresa a la hora de generar rentabilidad a partir del dinero que invierten sus accionistas. Esta información ayuda al inversor a decidir si es buena idea seguir invirtiendo o si es más prudente mantener la inversión existente. En el mejor de los casos, debe ser superior a la rentabilidad mínima exigible al accionista.
La relevancia del ROE radica en que proporciona pistas sobre si se están logrando los resultados esperados o si deben realizarse ajustes estratégicos para mejorar la rentabilidad empresarial.
Cómo se calcula el ROE: Fórmula
Tras iniciarnos en el concepto de qué es el ROE, surge la siguiente duda. ¿Cómo se calcula el ROE?, ¿de dónde extraemos este indicador? La fórmula matemática básica requiere multiplicar primero las ganancias netas por 100 para luego dividirlas entre los fondos propios medios:
- ROE = Beneficio Neto × 100 / Fondos Propios Medios
Si empezáis desde cero, será importante saber que el beneficio neto es la ganancia de una empresa tras deducir todos los gastos en los que incurre, incluyendo amortizaciones e impuestos. Por su parte, los fondos propios, que forman parte del patrimonio neto de una empresa, comprenden todo aquel capital que proviene de la misma, es decir, que son internos (capital de los socios, resultados de ejercicios anteriores, etc).
Pongamos un ejemplo para entender mejor cómo se calcula el ROE:
Tenemos una empresa X que ha generado beneficios netos de €100,000 con activos internos valorados en €450,000. Con estos datos podemos determinar su tasa de retorno del siguiente modo:
- ROE (2022) = 100.000 x 100 / 450.000 = 22,2%
La cifra obtenida nos permite concluir que cada euro invertido en dicha empresa se traduciría en una rentabilidad aproximada de €0,22 céntimos durante ese año fiscal.
Esta métrica debe calcularse de forma periódica, pues las empresas están en un entorno cambiante todo el tiempo, siendo parte de operaciones como una ampliación de capital o variaciones en el beneficio.
Cómo nos ayuda el ROE a la hora de valorar una empresa
Si has llegado a este artículo, es probable que estés pensando en invertir. Pues bien, el dato de ROE es importante porque permite conocer la salud financiera de una empresa: su rentabilidad. ¿Por qué te interesará invertir en una empresa solvente y que dé mucha rentabilidad, verdad?
También nos permite descifrar la capacidad de la empresa para aumentar beneficios en el futuro, otra clave a la hora de plantearse una inversión empresarial. Aunque, ¡ojo! Más beneficios también pueden conllevar más riesgos. Para ello, puede resultar útil comparar el ROE de diferentes empresas del sector, algo en lo que ayuda nuestra herramienta de InvestingPro.
Si el ROE de la empresa que te interesa es inferior a otras similares, pueden llevarse a cabo acciones para mejorarlo y, sobre todo, hay que entender siempre las circunstancias que han provocado un determinado ROE.
¿Qué diferencia hay entre ROE y ROA?
Aunque hemos empezado nuestro artículo destacando las bondades del ROE, no es recomendable utilizarlo como única fuente de información en el ámbito de entender la rentabilidad de una empresa. Lo ideal es medir el ROE pero también el ROA (“return on assets”, en su siglas en inglés), que se centra en la rentabilidad de los activos de la empresa, descartando las fuentes de financiación.
Nos vendrá bien saber si se están utilizando los activos de la empresa de forma eficiente. Y tenemos un porcentaje que nos puede orientar: una empresa es rentable si el ROA supera el 5%. Necesitamos confirmar que los activos se encuentran en situación óptima o, de lo contrario, necesitan reparación o sustitución, lo que supondría incurrir en gastos.
De la comparación entre el ROE y ROA podemos sacar dos métricas para obtener la visión más fiable sobre la situación financiera de la empresa. La diferencia entre ambas es lo que conocemos como “efecto apalancamiento”: importante saber en qué situación está antes de plantearse nuevas inversiones y actuaciones. Del cálculo del ROE y ROA podemos extraer tres tipos de conclusiones:
- Ratio negativa: ROE inferior a ROA. La rentabilidad financiera crece porque parte del activo se financia con deuda.
- Ratio positiva: ROE superior a ROA. Crece la rentabilidad financiera porque parte del activo se ha financiado con deuda.
- Ratio nula: Las dos ratios coinciden. Es la situación ideal, pues nos indica que la empresa no cuenta con deuda y que todos los activos se financian con fondos propios.
¿Cómo se calcula el ROA?
Antes te hemos contado cómo calcular el ROE. Es turno ahora del ROA. Debemos aplicar esta fórmula:
- ROA = EBIT / Activos totales x 100.
Para conocer más detalles sobre el EBIT, visita este otro artículo de nuestra academia.
Pongamos de nuevo un ejemplo:
Imaginemos una compañía que genera un EBIT de 500.000 euros y tiene activos por valor de 1.000.000 de euros. Si hacemos el cálculo:
- ROA = 500.000 (beneficios) / 1.000.000 (activos) x 100 = 50%
No confundir en la fórmula EBIT con la fórmula del EBITDA, ya que son dos indicadores diferentes. Para el ROA necesitamos el EBIT.
Un resultado negativo en el ROA es lo que pondría sobre la pista de que sería necesario revisar la situación de la empresa.
¿Qué es el sistema DUPONT?
Si busca información sobre el ROE, es posible que también tarde o temprano termine leyendo sobre el sistema DUPONT, un sistema que desarolló la firma DuPont en los años 20 para obtener una valoración detallada del rendimiento de la empresa.
El sistema DUPONT integra o fusiona los principales indicadores financieros de los que hemos estado hablando para saber con qué eficiencia está utilizando sus activos, su capital operativo y el multiplicador de capital (Apalancamiento financiero). Abarca el margen neto de ganancias, la rotación de los activos totales de la empresa y su apalancamiento financiero.
Estas tres variables te permiten establecer el crecimiento de una compañía, y saber si los recursos están bien gestionados. También si los costes no se sobrepasan a la hora de desarrollar las actividades comerciales del negocio en cuestión.
El modelo básico de análisis DuPont descompone la fórmula del ROE en tres componentes: eficiencia operativa, eficiencia de los activos y apalancamiento. Podemos desgranar la eficiencia operativa a través del margen de beneficio neto y nos ayudará a entender la cantidad de ingresos netos generados por cada venta.¿Le ha convencido este artículo? ¿Está dispuesto a invertir en una empresa concreta? Lea entonces este otro artículo sobre la inversión en acciones.
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