Javier Díaz
Barcelona, 2 may (.).- El debate sobre el hipotético retorno a Cataluña de las sedes sociales de las grandes empresas se ha reavivado en los últimos meses, al calor de los pactos PSOE-Junts, a pesar de lo cual no hay indicios de que ninguna de las grandes empresas que mudaron su domicilio social en 2017 se plantee regresar.
Así lo aseguran fuentes empresariales consultadas por EFE, que recuerdan que a las grandes empresas no les gusta que este asunto se politice y añaden que este tipo de decisiones, en el caso de que algún día llegaran a producirse, no son fruto de imposiciones, sino consecuencia de un diálogo discreto en el marco de un escenario político estable en Cataluña.
Durante esta última legislatura en Cataluña, el debate sobre las sedes sociales ha permanecido en un segundo plano, pero las alianzas selladas por el PSOE con formaciones independentistas para asegurar la investidura de Pedro Sánchez como presidente han hecho que este asunto cobrara de nuevo protagonismo.
En concreto, en el pacto entre PSOE y Junts para la investidura de Pedro Sánchez, sellado en noviembre de 2023, se decía que se abordarían "los elementos esenciales de un plan para facilitar y promover el regreso a Cataluña de la sede social de las empresas que cambiaron su ubicación a otros territorios en los últimos años".
Meses más tarde, en enero, el acuerdo entre el PSOE y Junts para reformar la ley de sociedades de capital, con el objetivo de facilitar el retorno de sedes sociales a Cataluña, generó inquietud empresarial por su hipotético contenido; así como malestar empresarial por la politización en torno al debate sobre las sedes sociales.
Entre las miles de empresas que decidieron trasladar fuera de Cataluña sus sedes sociales, tras la crisis política e institucional que se desencadenó en Cataluña en octubre de 2017 por el procés, figuran algunas tan simbólicas como CaixaBank (BME:CABK), Banco Sabadell (BME:SABE) o Naturgy (BME:NTGY).
CaixaBank trasladó su sede a Valencia; Banco Sabadell, a Alicante; y Naturgy, a Madrid.
Abertis (BME:ABE), Cellnex (BME:CLNX), Colonial (BME:COL), SegurCaixa, Applus+ (BME:APPS), Catalana Occidente (BME:GCO), eDreams (BME:EDRE), Banco Mediolanum (BIT:BMED), Codorniu, Hotusa o Planeta fueron otras de las compañías que decidieron mover su sede social fuera de Cataluña en aquellos momentos; mientras que, entre las grandes cotizadas catalanas, solo Grifols (BME:GRLS) optó por mantener el domicilio social en Cataluña.
Esas y otras grandes empresas catalanas decidieron mover su sede social fuera de Cataluña en octubre de 2017 por miedo a las consecuencias de una independencia unilateral, según aseguran fuentes empresariales, que recuerdan que aquella fue una marcha forzosa, en busca de seguridad jurídica.
También Agbar, controlada entonces por Suez -y ahora integrada en Veolia-, decidió llevarse la sede social fuera de Cataluña, aunque en septiembre de 2018 anunció que fijaba de nuevo su sede social en Cataluña apelando a la "estabilidad económica", en uno de los pocos casos de movimientos de regreso que han trascendido.
No obstante, cuando Agbar hizo ese movimiento era propietaria solo de los negocios catalanes de concesión de la gestión de aguas del grupo, y el resto de activos situados en otras partes de España colgaba de Suez Spain, con sede en Madrid desde el año 2015.
En los últimos tiempos, solo la tecnológica Red Points ha admitido haber devuelto la sede social a Cataluña.
Además, diversas grandes compañías catalanas se han pronunciado de nuevo sobre el debate en torno a las sedes sociales al ser preguntadas sobre el tema en las ruedas de prensa de presentación de sus cuentas.
El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, dijo en febrero que "lo mejor para depositantes y accionistas" es que el banco mantenga su sede en Valencia; mientras que el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, también ha dejado claro que el cambio de sede social no está sobre la mesa. "No se ha tratado el tema. No hay nada", dijo recientemente.
El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, aseguró en la reciente Junta de Accionistas del banco, celebrada en Alicante, que el banco se siente "muy acogido y muy bien acogido en Alicante", apuntalando así la idea de que no se plantea ningún cambio de sede social.
En el caso del Sabadell, no obstante, todo está en el aire, ya que esta semana el BBVA (BME:BBVA), cuya sede social está en Bilbao, le ha planteado una oferta de fusión que, en caso de ser aceptada por el banco catalán, supondría que Sabadell pasaría a formar parte de BBVA.
El BBVA ofrece a Sabadell mantener una doble sede operativa en España, una en Madrid y la otra en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), donde tiene su centro corporativo, por lo que el debate sobre un hipotético retorno de la sede social a Cataluña ya quedaría definitivamente enterrado.
Así pues, aunque el presidente de la patronal catalana Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, se ha propuesto el retorno de las sedes sociales como uno de los objetivos principales de su segundo mandato, a día de hoy no hay indicios que permitan pensar en una vuelta inminente de las grandes empresas a Cataluña, y más aún cuando algunas formaciones políticas, como Junts, no cierran la puerta a la vía unilateral para conseguir la independencia de Cataluña.