Por James Davey
LONDRES, 30 abr (Reuters) - Reino Unido inició el martes los controles físicos de los alimentos frescos importados de la Unión Europea, tres años después de abandonar el mercado único y ocho años después de votar a favor de la salida de la UE.
Aunque los grandes supermercados británicos y las grandes empresas exportadoras de la UE cuentan con los recursos necesarios para hacer frente al papeleo y las nuevas exigencias, los minoristas y mayoristas más pequeños han advertido de retrasos y trastornos y han dicho que los consumidores deben esperar una menor variedad de productos de calidad, menos productos frescos y precios más altos.
El 31 de enero entró en vigor la primera fase del llamado nuevo modelo operativo fronterizo británico, que exige una certificación adicional.
El martes se puso en marcha una segunda fase que introduce controles físicos en los puertos para los productos animales, vegetales y productos de origen vegetal denominados de "riesgo medio", como carne, pescado, queso, huevos, productos lácteos y determinadas flores cortadas. También se han introducido nuevas tasas.
El Gobierno afirma que los nuevos controles, que incluyen inspecciones visuales y lecturas de la temperatura de las mercancías, son esenciales para ayudar a prevenir la entrada de enfermedades y plagas en Reino Unido e igualarán las condiciones para los exportadores británicos.
"Es esencial que introduzcamos estos controles globales basados en el riesgo para mejorar la bioseguridad del Reino Unido", dijo la ministra del Gabinete, Lucy Neville-Rolfe.
"No podemos seguir con medidas temporales que dejan al Reino Unido expuesto a las amenazas de enfermedades y podrían causar un daño considerable a nuestros medios de vida, nuestra economía y nuestra industria agrícola".
Reino Unido había retrasado repetidamente la imposición de controles a las importaciones de la UE. En cambio, la UE aplicó inmediatamente sus normas, lo que provocó retrasos en los puertos en 2021 e hizo que algunos exportadores británicos, como los queseros y los ganaderos de vacuno de alta gama, renunciaran a vender al bloque, al menos inicialmente.
El Gobierno afirma que adoptará un "enfoque pragmático" en los controles, dando prioridad a las mercancías que planteen mayor riesgo de bioseguridad y manteniendo el flujo fluido de mercancías importadas.
Sin embargo, la semana pasada los miembros del parlamento británico pidieron claridad al Gobierno sobre la frecuencia de los controles, afirmando que las empresas seguían sin saber nada.
El Gobierno calcula que sus normas fronterizas aumentarán los costes para los importadores en un total de 330 millones de libras (413 millones de dólares) al año, e incrementarán la inflación de los alimentos en sólo un 0,2% en tres años.
(1 dólar estadounidense = 0,7983 libras)
(Información de James Davey; editado por Andrew Heavens; editado en español por Mireia Merino)