Dónde y cómo comprar acciones en Bolsa

Para comprar acciones en Bolsa es necesario hacerlo a través de un broker.

A la hora de elegir un broker es necesario atender a una serie de cuestiones como son las siguientes:

– Regulación: es fundamental que esté regulado por la autoridad competente del país donde ofrece sus servicios y que tenga una buena reputación.

– Comisiones: es fundamental que las comisiones que aplique por cada operación sean lo más baja posible. En la compra de acciones, normalmente suelen cobrar una cantidad por cada orden que se ejecuta, ya sea compra o venta. En otras ocasiones, no cobra comisión el broker por ejecutar una orden, sino que existe un diferencial entre el precio de compra y el precio de venta (es lo que se llama spread u horquilla) y aquí es donde el broker gana dinero.

Por otro lado, aparte de estos gastos existen otro tipo de comisiones. Por ejemplo, muchos bancos cobran una comisión de custodia. Cada trimestre o cada año, en función de lo que tengan establecido, cobrará una cantidad por la custodia de dichas acciones. Otros, en cambio, no cobran nada.

También existen brokers donde cobran por la recepción de dividendos. Cuando la empresa realiza un reparto de dividendos, el broker puede que cobre un porcentaje de la cantidad percibida.

Cuestiones a tener en cuenta cuando compras acciones en bolsa:

• Gastos de compra-venta: la comisión que cobra el broker por ejecutar la operación. Suele ser un porcentaje del importe invertido o un fijo por operación realizada.
• Comisión de custodia: muchos brokers cobran trimestralmente o anualmente un precio por mantener las acciones en cartera.
• Canon de bolsa: en España este canon es cobrado por BME (Bolsas y Mercados Españoles).
• Comisión por cobro de dividendos: son los gastos aplicados cada vez que se cobran dividendos de una compañía de la que se posea acciones.
• Gastos de mantenimiento de la cuenta: algunos brokers cobran por mantener una cuenta, sobre todo si no se realizan operaciones habitualmente o al menos un número mínimo cada mes.
• Gastos por retirada de efectivo: es lo que cobran cuando se retira dinero de la cuenta de valores.
• Velocidad de ejecución: un broker ha de ser rápido en la velocidad de ejecución de las órdenes.
• Fiabilidad técnica: no se debe de operar con un broker que tenga fallos técnicos, que dé errores a la hora de intentar comprar o vender.

Lo ideal es comprar acciones líquidas. Aquí entra en juego el concepto de la liquidez, que mide si un activo puede ser comprado y vendido rápidamente. Es decir, refleja cuántos compradores y vendedores están presentes y si las transacciones pueden llevarse a cabo fácilmente.

Para calcular la liquidez se tiene en cuenta el volumen de operaciones o el volumen de operaciones pendientes actualmente en el mercado.

Evidentemente, si el número de participantes es reducido o bien llevan a cabo pocas operaciones, se califica dicho mercado de ilíquido o que tiene poca liquidez.

La ventaja de invertir en acciones líquidas es doble:

• El vendedor encontrará rápidamente y sin problema un comprador al precio que desea vender.
• El comprador encontrará sin problemas un vendedor y podrá adquirir las acciones al precio deseado.

A las acciones grandes y muy líquidas se les conoce como “Blue Chip” (el término proviene de las fichas azules de los casinos que son las que más valor tienen).

Estas acciones blue chips son grandes compañías, con muchísima liquidez, estables, tranquilas y suelen remunerar al accionista mediante el reparto de dividendos.

En el lado opuesto de las acciones blue chips tenemos las denominadas “chicharros”.

Son valores de alto riesgo asociados a pequeñas compañías. Toman su nombre de un pescado barato considerado de baja calidad. Estas empresas, pese a cotizar en bolsa, son poco conocidas, poseen un escaso recorrido histórico y unos índices de contratación bastante bajos. Elementos todos que dan cuenta de su inestabilidad, augurando fuertes subidas y bajadas en el precio, demasiada volatilidad.

Los chicharros se caracterizan porque suele haber muy poca información sobre ellos, no son valores que las grandes casas de valores sigan y podemos ver subidas y bajadas del valor superiores al 5%-10%.

Los chicharros son empresas de pequeña capitalización que cotizan en bolsa, en ocasiones han tenido problemas en el pasado y pueden presentar grandes oscilaciones en su cotización. Generalmente su precio está por debajo de un euro, o es de pocos céntimos incluso, con lo cual se acentúan las variaciones en la cotización. Por ejemplo, si una acción está cotizando a 0,10 euros, una variación de un céntimo supone una oscilación del 10%.

Así pues, son valores muy volátiles, que pueden originar subidas o bajadas intensas en muy poco tiempo.

Como son valores de poca liquidez, suele suceder bastante que no sea posible vender las acciones porque no hay nadie dispuesto a comprarlas e incluso puede que lleguen a dejar de cotizar.

Cada sector tiene su ‘momentum’ ideal para comprar acciones. Por ejemplo, a grandes rasgos se pueden poner unos ejemplos:

– Bancos: cuando se suben los tipos de interés, el sector bancario sale favorecido, cuando se bajan sale perjudicado.

– Petroleras: les favorece que el precio del petróleo suba.

– Aerolíneas y hoteles: crisis económicas, pandemias, actos terroristas, son elementos que juegan en contra de estos sectores.

– Energéticas: les perjudica cuando un Gobierno pretende regular el sector.

– En general, salvo a los bancos, las subidas de tipos de interés no favorecen a las acciones.

Una vez vista la diferencia entre acciones blue chips y acciones chicharro, cada inversor ha de elegir qué tipo prefiere. Si las más tranquilas (menos potencial de revalorización pero menos riesgo)  o bien las más volátiles (mayor potencial de ganancia a costa de un mayor riesgo asumido).

Centrándonos en las acciones blue chips, tendríamos las siguientes:

– España: las acciones blue chips se encuentran cotizando en el Ibex 35. Son liquidez porque para poder formar parte del selectivo español han de cumplir una serie de requisitos al respecto, siendo el de la liquidez uno de ellos. Y si dejan de cumplirlo salen del índice y son sustituidas por otras.

Al margen del Ibex 35, en el mercado español también está el índice Medium Cap (formado por compañías de mediana capitalización, no tan líquidas pero son aceptables) y el índice Small Cap (formado por valores de pequeña capitalización y con poca liquidez).

– Europa: el índice Euro Stoxx 50 está formado por 50 compañías grandes y super líquidas. Invertir en cualquiera de esas compañías otorga la máxima seguridad en cuanto a que son valores muy líquidos y compañías grandes y fuertes con negocio a nivel internacional.

Pero si se busca invertir en grandes compañías por países, habrá que acudir a los principales índices bursátiles de cada país, por ejemplo en el caso de querer comprar acciones de Alemania habría que ir al índice Dax 40, en el caso de acciones francesas al Cac 40, acciones italianas en el FTSE MIB 30, británicas en el FTSE 100, portuguesas en el PSI20, etc.

– Latinoamérica: si quiere comprar acciones de esta región, lo ideal es acudir al selectivo de cada país, como el Bovespa en Brasil, el Merval en Argentina, y el BMV en México.

– Asia: para invertir en acciones asiáticas tendríamos por ejemplo las de Japón que están en el índice Nikkei, la de china en el CSI300, las de Hong Kong en el Hang Seng, las de Corea del Sur en el Kospi, las de la India en el BSe Sensex.

– Estados Unidos: si quiere invertir en acciones de Estados Unidos están los 3 principales índices que son el Dow Jones que se compone de 30 valores, el Nasdaq 100 que es el índice tecnológico y el S&P 500 con 500 valores. También están el Russell 3000 que aglutina a 3.000 compañías de varias bolsas,  incluyendo empresas que no forman parte de ninguna bolsa en concreto y está compuesto en realidad por otros dos índices a su vez: el Russell 1000, formado por las 1.000 empresas de mayor capitalización del mercado norteamericano y el Russell 2000, formado por las 2.000 empresas restantes, de menor capitalización.