"Son las cuestiones que más inquietan desde hace meses a los diferentes actores en los mercados. La Economía Global se ha sumergido en una dinámica de constantes contradicciones, que hacen que el Modelo que conocemos hasta ahora chirríe por los cuatro costados. Unos reiteran que la austeridad nos conduce, de manera inexorable, a una Europa sin retorno. Otros que el euro es irrompible. Por su parte, Roubini advierte que "Los bancos centrales están creando un ejército de gobiernos y economías zombis" mientras los prohombres destacan que el rigor debe continuar en las políticas presupuestarias de la zona euro para corregir los desfases estructurales y afianzar nuevas bases de un crecimiento más sólido. Posturas enfrentadas: o seguir con el método caótico, por lo que hemos conocido hasta ahora, del crédito fácil y del endeudamiento, o, en su defecto, cortar el derroche y volver a los orígenes. En cualquier caso, el Estado de Bienestar ya ha saltado por los aires, lo que ha provocado una enorme marea de contestación social en Europa, una Europa que no usa el chantaje de la moneda (devaluaciones constantes) para realizar una competencia tan desleal como ineficiente con el paso del tiempo", me dice el analista jefe de una banco de inversión, que me envía el siguiente texto.
Si para 2017 no cambia la situación, a Europa le espera el colapso. El viejo continente se dirige hacia un punto de no retorno y la única cuestión es cuándo lo alcanzará, predicen los economistas. "Europa se está destruyendo, la economía se ha detenido, el tiempo se ha detenido" porque inicialmente "las medidas de austeridad se calcularon erróneamente", explicó a Press TV el experto en economía Paolo Raffone, hablando sobre el actual sistema financiero en Europa.
El experto subraya que "el europeo promedio está sintiendo en sus propios esquemas los efectos de la austeridad", la política impuesta por las élites financieras para salvar la eurozona. "Crece el número de personas que siente como la vida se ha vuelto muy difícil debido a las medidas de austeridad implementadas a nivel europeo", dice el experto que recuerda la situación en Francia donde "hace seis meses nadie pensaba que Francia podría caer en una especie de recesión como la de hoy".
"Es cierto que para la mayoría de la gente es bastante complicado entender los tecnicismos, pero la realidad es que la gente no llega a final del mes. La mayoría de los europeos llegan a la segunda o tercera semana del mes con sus salarios, si lo tienen", advierte el economista.Esta situación de desesperación en la sociedad europea es la causa principal de la tensión social que desemboca en las protestas incesantes en algunos de los países más afectados, como España, Italia, Portugal y Grecia, entre otros.
"Nos dirigimos hacia un punto de no retorno, pero la cuestión es cuándo lo alcanzaremos", pronostica Raffone, que subrayó que "hay relativamente poco tiempo". "Supongo que hay de uno a tres años antes del colapso total del sistema en Europa, sobre todo si no se hace nada para revertir las medidas de austeridad".
"Ciertamente, si llega 2017 sin ningún cambio, éste será probablemente el fin del sistema europeo", concluyó Raffone.