- El debilitamiento de la economía en la eurozona se amplió en el comienzo del año y la recuperación gradual prevista para los próximos trimestres tiene ahora "riesgos a la baja". Así lo expresó el presidente del BCE, Mario Draghi, en su conferencia de prensa realizada el jueves pasado, después de la reunión que el BCE realizó en Francfurt y en la que se tomó la decisión de mantener sin cambios las tasas de interés, que seguirán en el mínimo de 0,75% anual. Sin embargo, sus referencias a la debilidad económica sugieren que una futura rebaja del precio del dinero es posible, admitiendo el propio Draghi que el debate sobre el tema "ha sido extenso". Mientras, en medio de una fuerte volatilidad, el euro caía con fuerza frente al dólar, habiendo marcado primero un mínimo de 1,2745 dólares y sorprendiendo más tarde, tras el cierre europeo, con un precio máximo de 1,2950. El titular del BCE advirtió que las políticas del BCE seguirán siendo "acomodaticias", destacó que la presión sobre los precios seguirá bajo control durante el año y reconoció que el acceso a la financiación de las empresas no financieras sigue siendo muy restringido.
En lo que respecta a la crisis económica, Draghi reclamó a los países de la eurozona que sigan siendo muy estrictos con las políticas fiscales y que se avance para que los salarios se alinien más con la productividad. Respecto de Chipre, Draghi reconoció que la solución adoptada de gravar todos los depósitos "no fue muy inteligente", pero que "se corrigió en el plazo de un día" y reiteró que "Chipre no es un modelo”. Por su parte, el Banco de Inglaterra también realizó el jueves su reunión mensual, habiéndose decidido dejar sus tasas de interés en el mínimo del 0,5% e invariable su programa de compra de deuda. Pero el Banco de Japón fue el primero de los grandes bancos centrales del mundo en abrir fuego ese mismo día.
El emisor del yen anunció su firme propósito de poner fin a 15 años de deflación con un reforzado programa de estímulo monetario. Como respuesta, el yen cayó un 3% con respecto al dólar y los analistas prevén que la devaluación podría seguir su curso hasta los 103 yenes por dólar. Y otra sorpresa hubo el viernes, pero esta vez en los Estados Unidos. Ese día se publicó el dato sobre el empleo de marzo pasado, mostrando que sólo se crearon en ese lapso 88.000 nuevos puestos de trabajo, mientras el mercado esperaba unos 200.000. No obstante, la tasa de desempleo estadounidense, cayó del 7,7% previo al 7,6% actual, mejorando las previsiones. La inesperada noticia provocó una fuerte baja del dólar y el euro lograba escalar rápidamente hasta marcar un máximo diario de 1,3041, cerca del cierre en la eurozona. En otro importante indicador que se conoció ese día en la primera potencia del mundo fue el que mostró que la balanza comercial del país en febrero pasado redujo su déficit hasta 43B de dólares desde los 44,45B de enero, mejorando también el de 44.60B esperado. Al cierre en New York el euro valía USD 1,3010.
EL PRECIO DEL DÓLAR NO EQUILIBRA LA ECONOMÍA
PANORAMA ARGENTINO – Ya no pueden mantenerse las dudas de que la política cambiaria impuesta por el Gobierno no ha servido para detener la pérdida de reservas del BCRA ni frenar la inflación, que sigue trepando, ahora con el claro objetivo de llegar muy pronto al 30%. Por ello resulta imperioso actuar sobre las causas de los problemas en lugar de seguir insistiendo, mediante un voluntarismo extremo, en cambiar sus lógicas y razonables consecuencias. Ahora es urgente que el ente monetario se ocupe de delinear políticas monetarias para lograr los equilibrios necesarios, dejar que el tipo de cambio quede en manos del mercado para que se estabilice en el valor que corresponda y que el BCRA intervenga sólo cuando aquél traspase los límites que indiquen los fundamentos de la economía.
Además, esa acción debe encuadrarse dentro de las claras reglas que rigen la actividad de los bancos centrales en el mundo civilizado, que hoy indican que las intervenciones deben hacerse por fuera del mercado, mediante licitaciones públicas tanto para comprar como para vender dólares para, de esa manera, solucionar los desequilibrios con el menor costo posible. Según las versiones no oficiales que se conocieron, en la denominada “cumbre de Olivos” de hace dos semanas sólo surgió la impresión de que no hay consenso sobre cómo actuar en la emergencia y que el resultado del debate interno es muy difícil de prever. Por un lado, Axel Kicillof insiste en desdoblar el tipo de cambio, mientras que Mercedes Marcó del Pont y Hernán Lorenzino se oponen e insisten en acelerar la devaluación del tipo de cambio oficial. Mientras, el MULC argentino continúa cada vez más presionado, a través de permanentes llamadas telefónicas e inspecciones de todo tipo, para que haya menos demanda de dólares. En la corta semana pasada el volumen total operado entre bancos fue de USD 617 millones, con un promedio diario en las tres jornadas de sólo USD 206 millones.
El Banco Nación, que estuvo muy activo vendiendo dólares por cuenta de YPF, cerró el viernes su tipo vendedor de transferencia en $ 5,1340, habiéndolo subido en la semana 0,2%, pero la brecha con el dólar que se negocia en el mercado paralelo quedó en nada menos que el 58%. Un hecho sorpresivo fue la decisión del BCRA de mostrar por primera vez en el mercado de futuros OCT ofertas desde Mayo a Diciembre con precios que incluyeron tasas implícitas inéditas de entre 16,74% y 19,52%. Las reservas del BCRA, según datos no ajustados, sumaban al viernes USD 40.411 millones, USD 35 millones menos que el cierre anterior. En el mercado de futuros de New York el peso/dólar quedó operado el viernes pasado para un año de plazo a $ 7,6663 (49%).