BBVA (MC:BBVA) ha sorprendido gratamente al mercado con unos beneficios mejor de lo esperado. En concreto, el banco español ganó un 0,9% más que en 2014. Los saneamientos llevados a cabo en el sector inmobiliario o crediticio en España son una de las claves de esta mejora drástica de los resultados. La nueva vía experimentada como nuevo banco digital traerá a la entidad nuevos clientes potenciales y la fidelización de otros. Son unos de los próximos horizontes para afianzar su cuenta de resultados.
El gráfico de la entidad española no tiene tanta salud, su tendencia bajista primaria es bastante clara y aún no encontramos un soporte claro de medio plazo donde la cotización frene sus caídas y la inestabilidad política española también le está pasando factura.
Los mínimos de 2012 de alrededor de 4,80 euros son el último limite que nos queda en el gráfico para poder detener esta tremenda curva bajista, la cual a perdido desde sus máximos de 2015 un 40%.
Aunque la sobreventa en los osciladores es bastante palpable, considero que aún no llegó su fondo de bajada y espero como gran soporte para tomar posiciones alcista la zona de 5 euros.
En el corto plazo podemos tener algún rebote alcista típico de la sobreventa acumulada, pero su medio plazo sigue muy bajista.