China vuelve a dar la nota en los mercados, esta vez a través de la compra de oro. El metal precioso presenta una nítida tendencia bajista de largo plazo, pero su fuerte baja del 20 de julio está siendo prácticamente revertida en estas horas.
El Banco Popular de China aprovechó el bajo precio de la onza, junto a sus dólares revaluados, para comprar oro y buscar así posicionar a su propia moneda, el yuan, como divisa de intercambio en todo el mundo. El yuan, por ahora, no goza de la confianza de los inversores globales, y está considerada como una moneda exótica. Razones no faltan: tres devaluaciones en una semana, más allá de los motivos válidos aunque no explicados que pueda tener China, no hacen del yuan una divisa muy previsible ni con alto peso en el contexto financiero mundial.
Pero sí pesa, y mucho, el poder de China como nación, cuya economía es la segunda en el mundo, y el mercado al cual todos quieren acceder. Precisamente, una perspectiva de bajo crecimiento de la misma para 2015 habría desencadenado las medidas tomadas esta semana por el PBOC.
Este momento de cierto desconcierto es aprovechado por las divisas europeas para ganarle la contienda al dólar. Con la Fed analizando a pleno que acciones tomar -o no tomar tal vez- en septiembre, respecto a la tasa de interés, la moneda líder no está en sus mejores horas. El euro, por caso, se acerca a 1,12, valor que superó el miércoles por algunos minutos. La divisa única podría incluso alejarse de dicha cota en la sesión americana, buscando en su caso 1,1240 como objetivo alcista. En cambio, el quiebre de 1,1125 podría cambiar el rumbo del euro, con siguiente soporte en 1,1080.
La libra Esterlina, con la expectativa de que el Banco de Inglaterra incremente sus tipos de interés en los próximos meses, sigue cotizando al alza ante el dólar, y podría acelerar posiciones en la sesión americana. La superación de 1,5650 extenderá sus ganancias al menos a 1,5680.
También se recupera el yen, que tendrá su nuevo objetivo en las próximas horas en 123,70. La divisa nipona se mostró errática esta semana, aunque también a salvo de la devaluación impuesta a la mayoría de las monedas asiáticas, que siguieron el rumbo del yuan.
Para seguir en la sesión americana tenemos una batería de datos, la mayoría de ellos con impacto de mediana intensidad en los precios del dólar: el índice de inflación mayorista, los índices de producción industrial y capacidad de utilización, y la primera medición de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, que cierra la semana.