En varios de mis informes referidos a la crisis financiera internacional he advertido sobre el hecho de que el dinero de particulares depositados en cuentas corrientes o de ahorro en los bancos europeos corrían un enorme riesgo, algo que este fin de semana ha quedado confirmado con el caso de Chipre y la insólita demanda de la Unión Europea para otorgar un rescate financiero a ese pequeño país.
La solución propuesta para obtener fondos que resuelvan el problema financiero chipriota no es demasiado original para quienes vivieron la crisis de 2001/2002 en Argentina, ya que se trata de una confiscación lisa y llana de los ahorros de quienes confiaron sus depósitos a los bancos a cambio de recibir bonos basura de esos bancos que se trata de salvar. Claro que la diferencia es que el país sudamericano se ubica "casi en el fin del mundo", donde ha dicho el Papa Francisco que lo fueron a buscar sus colegas cardenales, y que no participa de la élite mundial de los poderosos. En cambio, Chipre, con un producto bruto interno y una economía muy inferior a la Argentina, está revolviendo el avispero internacional al ser un país miembro de la Eurozona, dependiente del Banco Central Europeo y de las políticas monetarias que éste aplica con el consenso de los líderes de la UE, con Alemania a la cabeza.
Chipre es un pequeño país con solo 1.1 millones de habitantes, y por una suma de apenas 5.800 millones de euros la Unión Europea ha puesto a la Eurozona al borde del abismo sin medir las consecuencias que podría acarrear a toda la economía global.
Es una real tontería poner en juego la confianza que necesita el sistema bancario por parte de sus clientes depositantes de fondos, porque es irreemplazable la idea de que sus depósitos cuentan con la seguridad y el respaldo patrimonial de los bancos a cuyo resguardo confían su dinero.
La pérdida de esa confianza es muy difícil o casi imposible de reparar, y los ahorradores e inversores de Italia, España y otros países con problemas ya se estarán preocupando por la seguridad de sus depósitos con la inevitable consecuencia dominó de retiradas masivas de fondos de los Bancos.
El caso de Chipre puede que finalmente no tenga demasiada importancia, pero la incompetencia de la Unión Europea y el rotundo fracaso de sus políticas sí resultan muy preocupantes, porque nuevamente ponen en peligro la integridad de la Eurozona y el futuro del euro como moneda única, además de afectar a la confianza de pequeños y medianos ahorradores que correrán presurosos a sacar su dinero del sistema bancario.
Esos ahorradores se estarán preguntando: "¿Quién será el próximo? ¿Italia, España, Portugal, Francia?", y difícilmente volverán a confiar en sus gobiernos y en sus bancos. Con esta absurda política de rescate, la Unión Europea ha abierto la caja de Pandora y el mundo ya ha visto los males que pueden salir de ella. La confianza ya se ha roto, la duda se ha sembrado, aun si el Gobierno de Chipre rechazara la pretensión de la Unión Europea y propusiera un Plan "B" para solventar su problema.
Los líderes Políticos y el Banco Central Europeo siguen con su mentira de que todo está arreglado y bajo su control, pero la realidad indica que NADA se ha solucionado y ahora los ahorradores saben que sus depósitos pueden ser confiscados en cualquier momento y toda vez que los problemas se compliquen.
Los próximos meses podemos ser testigos de una crisis de graves proporciones, con profundas y bruscas fluctuaciones en los precios de paridad entre las monedas según se vean más o menos afectadas, y el mercado FOREX de Divisas Contado es la alternativa de inversión ideal para obtener muy elevadas ganancias porcentuales en dólares en plazos muy cortos para terminar ganando en medio de la crisis.
Quedo a su disposición para brindarles mayor información al respecto.
La Caja de Pandora ha sido abierta... Abróchense los cinturones.... Tendremos un aterrizaje de emergencia.