La decisión de la Reserva Federal estuvo en línea con lo que era esperado por varios pronósticos. Anunció una extensión de la operación twist. El mercado inicialmente reaccionó a la baja, aunque minutos luego ya estaba regresando a los niveles anteriores al anuncio. Esto indica que era parte de lo que estaba descontado por el mercado y que la caída obedeció a que no se anunció un estímulo extra.
Lo que continuará haciendo la Reserva Federal es vender títulos de corto plazo y comprará por el mismo monto títulos a 6 y 30 años. El objetivo de esto es mantener bajo control las tasas de largo plazo, que en la actualidad se encuentran en niveles bajos. No está claro cuánto más puedan bajar, pero puede servir para que no suban. Este programa finalizaba en junio y ahora se prolongará hasta fin de año.
El objetivo de esto es incentivar la actividad económica a través de tasas bajas por un lado y además, ratificar que el banco central seguirá haciendo lo posible para estimular la economía.
En el resto del comunicado no hay mayores novedades: la situación económica sin grandes cambios y hubo un voto en contra de la extensión de la operación twist de J. Lacker (viene votando en contra desde hace tiempo).
Habrá que esperar a ver si Bernanke en la conferencia de prensa da un mayor lineamiento sobre lo que podría hacer la Reserva Federal si la economía empeora. De seguir todo igual, parece posible que el FOMC ingrese en un período de “ver y esperar” un poco más antes de más acción.