“La educación no siembra semillas en ti, pero hace que tus semillas crezcan.” “Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho, no te fijes en lo que ha logrado. Fíjate en lo que aspira hacer.” Khalil Gibran (1883-1931). Novelista, ensayista y poeta libanés.
Todas las emociones tienen una función que es ayudarnos a adaptarnos mejor al contexto. Se pueden agrupar en grandes familias porque tienen características similares (con matices), que permiten incluirlas en el mismo grupo. De acuerdo con la mayoría de los autores, estas grandes familias son alegría, amor y felicidad, por una parte y miedo, ira y tristeza, por otra. La distinción entre emociones positivas (EP) y emociones negativas (EN) es tan evidente, que no necesita mayor explicación.
La emoción ansiedad está muy próxima al miedo y por la importancia que tiene en el mundo del trading (el objetivo principal de toda esta exposición), es interesante y útil la distinción entre ambas. El miedo es la respuesta emocional ante un peligro real e inminente que se vive como arrollador; la ansiedad es un miedo imaginario, resultado de nuestros pensamientos.
A esta clasificación hay que añadir emociones ambiguas como la sorpresa, que puede ser positiva o negativa. En esta familia se pueden incluir el sobresalto, el asombro, el desconcierto, la perplejidad y la inquietud e impaciencia. Cualquier trader experto reconoce estos sentimientos en su operativa diaria, como también reconoce las llamadas emociones sociales como la vergüenza y la culpabilidad. Hacer referencia a todo esto, tiene un doble sentido: sensibilizarte sobre su importancia y animarte a que aprendas a gestionarlas como el único camino válido para la construcción de tu bienestar y el avance hacia la consistencia en el trading.
Un ejemplo de la emoción sorpresa. Mientras escribíamos este texto, leemos en un diario digital la noticia sobre la muerte del hijo pequeño (5 años) del futbolista Santiago Cañizares. El comunicado del padre decía: “Mi hijo Santi ha fallecido. Se ha marchado rodeado de paz y habiendo comprendido su misión en estos cinco años que nos ha acompañado”. Te quedas helado. Esto es lo que se llama un baño de verdadera realidad, algo importante de veras. Lo importante, no lo superfluo.
Todo cambia en este instante y empiezas a pensar en la gente que quieres: repasas mentalmente dónde se encuentran ahora, cómo están cada uno de ellos, qué planes de viaje tienen para estos días de Semana Santa y deseas que regresen sanos y salvos. No puedes evitar acordarte de la cantidad de cafres que andan sueltos por las carreteras, por ejemplo. Los quieres vivos, deseas que estas vacaciones transcurran en paz. Que disfrutemos todos, sin sobresaltos, sin accidentes.
En “Arde el mar”, Pere Gimferrer asegura: “Vivir es fácil”. También morir, aunque no corra prisa comprobarlo. Ni la debemos tener cuando disfrutamos de los momentos de compañía o de un viaje al fondo de la taza de café. No cedamos a la tentación de pensar, de creer que el mundo es el pequeño rincón por el que andamos. El mundo son los otros con los que compartimos la vida.
También hemos de considerar ahora los valores y las actitudes por la relación que tienen con las emociones y porque nadie duda de su implicación en el mundo del trading. Actitud, es una predisposición a actuar a favor o en contra de algo o de alguien, generalmente como consecuencia de emociones. Los valores, son guías para la acción que representan la implicación emocional en algo que pueda dar sentido a la vida. El day trader tiene que tener una actitud positiva hacia el trading y como valor principal, la firme decisión de no saltarse bajo ningún concepto el plan de trading que él mismo ha elaborado y consensuado con su mentor o maestro. Disciplina, en una palabra.
Emociones positivas (EP)
Nos hacen sentirnos bien, nos aportan bienestar y, como ya hemos señalado, sus principales referentes son la alegría, el amor y la felicidad. Su campo gravitatorio tiene menos fuerza que el de las EN.
Se experimentan ante acontecimientos que son valorados como un progreso hacia los objetivos personales, que son básicamente, asegurar la supervivencia y progresar hacia el bienestar, no solamente para ti, sino también para tus personas más queridas. Estas emociones, en personas muy generosas, se pueden extender a la humanidad entera. En definitiva, las EP son agradables y proporcionan disfrute y bienestar.
Emociones negativas (EN)
Nos hacen sentirnos mal, no nos aportan bienestar y, como ya hemos señalado, sus principales referentes son el miedo, la ira y la tristeza. Su campo gravitatorio es muy fuerte, mucho más fuerte que el de las EP.
Se experimentan ante acontecimientos que son valorados como una amenaza, una pérdida, una meta que se bloquea, dificultades que surgen en la vida cotidiana, etc. Estas emociones requieren energía y movilización para afrontar la situación, de forma más o menos urgente.
Las EN suelen ser más frecuentes, más intensas y más duraderas que las EP. Por naturaleza, estamos más sensibilizados ante lo negativo que ante lo positivo. Esto se explica por el hecho de que las EN tienen una función esencial para incrementar las probabilidades de supervivencia, mientras que las EP no son indispensables para sobrevivir, sino que van orientadas hacia la felicidad. Y conviene tener presente que:
“Estamos programados para sobrevivir, no para ser felices. Ser felices significa nadar a contracorriente y tratar de superar el campo gravitatorio de las emociones negativas para intentar acercarnos a las positivas.”
Hay que aceptar la realidad
A lo largo de nuestra vida vamos a experimentar inevitablemente EN. Los impactos emocionales negativos que recibimos son superiores en número y en intensidad a los positivos. Por el contrario, las EP las tendremos que buscar y construir y no siempre lo vamos a lograr. Pero el esfuerzo merece la pena porque representa una magnífica estrategia para construir nuestro propio bienestar, nuestro equilibrio emocional.
“Este es un buen objetivo para todas las personas. Y a ser posible, más positivas que negativas.”
En conclusión
- El universo de las emociones incluye las tres grandes positivas (alegría, amor y felicidad) y las tres grandes negativas (miedo, ira y tristeza). En los últimos años se han incorporado nuevas palabras sobre emociones positivas que hace apenas una década eran desconocidas: fluir, florecer, saborear, mindfulness, etc. Es bueno que esto suceda, como expresión de la expansión del universo emocional, que creemos debe ir en esta dirección.
- Hay que dejar claro que todas las emociones son buenas y necesarias porque como hemos señalado nos ayudan a adaptarnos al contexto. Por esto no hay emociones buenas ni malas. Todas son buenas, pero unas son positivas y otras negativas y hablar de emociones negativas no significa que sean “emociones malas”. Hay que desmontar el error de identificación, positivo = bueno; negativo = malo. Nadie considera que el polo positivo de un imán es bueno y el negativo, malo. Nadie desea que una prueba para determinar si hemos adquirido una enfermedad infecciosa (hepatitis, por ejemplo) sea positiva, sino todo lo contrario.
- El problema de las emociones está en lo que hacemos con ellas. De cómo las gestionamos va a depender los efectos que tengan sobre nuestro bienestar y nuestro trading.
- Pasamos la mayor parte del tiempo en estados emocionales neutros (no son positivos ni negativos).
- El reto está en pasar de estados emocionales neutros a positivos. Esto quiere decir hacer consciente el bienestar con la participación de la voluntad. A esto se le llama equilibrio o regulación emocional.
“Hemos de tener conciencia de la importancia y la responsabilidad que cada uno de nosotros tenemos en la construcción de nuestro bienestar personal. Hay que aprender a navegar por el complejo mundo de las emociones para poder gestionar las emociones negativas y aproximarse con mayor frecuencia en el terreno de las emociones positivas. Esto beneficiará a nuestra operativa de trading intradiario.”