Las inversiones están hechas con el objetivo de generar rendimientos, sean bajos o altos, la meta es tener utilidades positivas, pero mientras buscamos esas ganancias, también nos podemos encontrar con pérdidas, y es esto último lo que más hay que tener controlado.
Para todo experto en inversión en bolsa, más que buscar una utilidad, lo que más pone atención es en el manejo del riesgo de las carteras, un buen manejo de las pérdidas, ofrece tranquilidad y deja un camino despejado para buscar mejores ganancias.
Cuando hablamos de despejar el camino, nos referimos a dejar el miedo a las pérdidas cuando existen, debido a que estamos confiados que cuando ganamos será mayor. Los rendimientos no debemos verlos y menos buscar ganancias del 100% en corto tiempo.
Un rendimiento puede ser desde un 1% mensual pero nuestro objetivo debe ser que el interés compuesto haga su trabajo. ¿Cómo funciona el interés compuesto? Trataré de explicarlo de una forma sencilla. Si tenemos 100 dólares iniciales y ganamos el 1% mensual, esto equivale a un dólar de ganancia, para el segundo mes iniciaremos con un total de 101 dólares. Si volvemos a ganar un 1% terminaremos con un total de 102,02 dólares, este mismo procedimiento lo realizaremos mes a mes. Al final de un término de 5 años tendremos una rentabilidad de 181,67, y si deseamos mayor resultado, debemos aumentar nuestro monto inicial y realizar aportes recurrentes, esto más el interés compuesto, nos dará mayores resultados.
En las inversiones, esto es lo que buscamos, conformar carteras de inversión que den un rendimiento positivo mes a mes, año tras año, con el objetivo de generar una utilidad positiva para los inversionistas, y así cumplir con el objetivo de las inversiones.