Cuando los mercados caen, no todo el mundo pierde. Para los inversores de compra y retención éste suele ser el momento perfecto para construir una cartera de renta fija para los años dorados. Es cuando los inversores inteligentes enganchan empresas fuertes que quedaron abandonadas durante un periodo de ventas motivadas por el pánico.
Eso sucede porque la reacción inicial del inversor ante cualquier recesión del mercado suele ser meter a todas las empresas en el mismo saco y abandonar todas las posiciones. Warren Buffett, el inversor de más éxito del mundo, describió este fenómeno así:
"Sea temeroso cuando los demás sean codiciosos y codicioso cuando los demás sean temerosos".
Es difícil predecir cuándo acabará la actual venta masiva en el mercado, por supuesto. Hay muchas incógnitas, como el resultado de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el futuro rumbo de la política monetaria de la Fed y el creciente riesgo de recesión en 2019. Estos riesgos pueden mantener a los inversores al margen en el año 2019 y lastrar las acciones de algunas empresas a corto-medio plazo.
Pero si se quiere comprar y retener acciones de empresas que reporten grandes beneficios, hay varias oportunidades disponibles. Aquí tenemos dos empresas de dividendo fiable a tener en cuenta ahora que los precios de las acciones se han llevado un duro golpe en la reciente crisis de mercado, haciendo su rentabilidad aún más atractiva.
1. Microsoft
Si lo que buscamos son ingresos por dividendo estables junto con un crecimiento de capital decente en el altamente cíclico entorno tecnológico, una de las mejores opciones es Microsoft (NASDAQ:MSFT). Aunque muchos creen erróneamente que la empresa de software con sede en Redwood, Washington, es una compañía tecnológica obsoleta que construyó su negocio en torno al software de Office y el sistema operativo Windows, la realidad es más prometedora. El amplio foso económico de la empresa se mantiene intacto.
Microsoft sigue siendo líder en el mercado de sistemas operativos para ordenadores de sobremesa y portátiles, con una cuota del 88%. Office, que se ha transformado en un servicio de suscripción para las empresas que lo utilizan, sigue siendo un poderoso motor de ingresos. En el último año fiscal, estas dos unidades supusieron el 52% de las ventas totales de Microsoft.
En los últimos años, Microsoft ha utilizado muy juiciosamente su acopio de dinero para adquirir empresas que están a la vanguardia de la nueva economía digital. La compra de LinkedIn (NYSE:LNKD) en 2016, y el reciente acuerdo de adquisición de GitHub, un servicio de hospedaje basado en internet, alimentarán el futuro crecimiento de Microsoft, permitiendo que se mantenga el pago de dividendos de la empresa, recompensando a los inversores a largo plazo.
Desde 2004, cuando empezó a pagar dividendos, las ganancias de la empresa han aumentado un 425%. Este crecimiento se ha visto respaldado por una baja relación de pago y un fuerte negocio subyacente.
Con una rentabilidad por dividendo actual del 1,74%, el dividendo anual de Microsoft asciende a 1,84 dólares por acción. Después de que las acciones perdieran un 10% de su valor en la reciente crisis del mercado, ayer cerraron en 103,69 dólares, apartándose aún más de sus máximos históricos registrados en 116,18 dólares —las acciones de Microsoft se han vuelto algo más atractivas. La empresa está bien posicionada para continuar su trayectoria ascendente en cuanto disminuya la volatilidad de los mercados.
2. Verizon Communications
Los servicios públicos de telecomunicación son productores de grandes ingresos. No importa en qué dirección vaya la economía, internet y las conexiones inalámbricas probablemente van a ser lo último que los consumidores eliminen de sus listas de imprescindibles. Esta previsibilidad y rigidez garantizan unos ingresos fluidos para los servicios de telecomunicaciones independientemente de las condiciones económicas.
Esto a su vez los convierte en valiosas incorporaciones para las carteras de los jubilados. Por esta razón nos gusta Verizon Communications (NYSE:VZ). La empresa tiene una sólida trayectoria de recompensar a los inversores con dividendos de crecimiento.
A pesar de lo desafiante y rápido de la evolución del entorno de las telecomunicaciones, Verizon sigue ganando fuelle, registrando un crecimiento robusto durante los primeros nueve meses de 2018. Tras un reciente retroceso —las acciones cerraron ayer en 55,86 dólares, con un retroceso del 9% con respecto a los máximos registrados en noviembre en 61,58 dólares— provocado por el debilitamiento del mercado en general, las acciones de Verizon ofrecen ya una rentabilidad anual del 4,22%. Así, la empresa ha elevado su dividendo durante los últimos 14 años naturales.
Las acciones de Telecom no pueden proporcionar grandes ganancias de capital, particularmente comparadas con las que reportan las acciones de las grandes tecnológicas, más volátiles. Pero a cambio, los riesgos a la baja son más limitados en tiempos de adversidad. Durante los últimos tres meses, mientras el S&P 500 descendía más de un 11%, Verizon subió en torno a un 6%.
El fuerte balance de la empresa, el crecimiento de dividendo y su posición líder en el desarrollo de tecnología 5G hacen de Verizon una sólida —y relativamente segura— opción de ingresos.