El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, brindará la primera conferencia de prensa del año al cabo de la reunión de política monetaria de la entidad, que tendrá lugar el jueves por la mañana.
Descartado cualquier cambio en los tipos de interés de referencia, o en los planes de estímulo, las palabras de Drahi probablemente se muestren algo menos escépticas que lo que es habitual en el funcionario; un ligero repunte de la inflación en la eurozona le daría a Draghi aire para dejar de tomar posturas drásticas y “dejar pasar el tiempo”, al menos por esta vez.
Todo esto, claro está, se suma a que el mundo financiero aguarda ansiosamente el arranque de la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, por lo que Draghi no tomará decisiones que deba retrotraer más adelante. Nadie sabe a ciencia cierta que hará Trump, aunque sus expresiones hacia Europa no fueron de lo más gratificantes.
El euro llega un poco más entonado que en las reuniones anteriores. Con un par EUR/USD que superó 1,07 a comienzo de semana, una presentación moderadamente optimista de Draghi, como se espera, ayudaría a la moneda única para quebrar la zona de 1,0750 y buscar 1,0830 como siguiente nivel de resistencia. En el gráfico de 4 horas, sin embargo, el euro no tuvo el miércoles el mejor de sus días, y quebró una línea de tendencia alcista, con un soporte en la zona de 1,0550. ¿Servirá de contención para una recuperación y posterior crecimiento del euro? Todo indica que sí.
De todas formas, es bueno analizar que el dólar presenta un comportamiento muy similar en todos sus cruces, lo que marca que es quien tiene el dominio actual del mercado. Si el billete verde comienza a tomar forma antes de la presentación de Draghi, este deberá ser algo más contundente para que el euro extienda sus “brotes verdes”.