El dólar bajaba a nivel generalizado el lunes, cayendo a un mínimo de casi cuatro semanas frente al yen, ya que datos más débiles de lo esperado en el sector manufacturero estadounidense para marzo interrumpieron una serie de reportes económicos en general positivos.
El yen, en tanto, avanzaba por flujos que buscaban la seguridad tras un inesperado dato débil en la actividad fabril de China y una renovada incertidumbre en la península de Corea.
Sin embargo, los volúmenes negociados eran bajos debido a que muchos mercados permanecían cerrados por las festividades de Semana Santa, y la baja liquidez tiende a exacerbar los movimientos de las monedas.
Un reporte más débil de lo esperado en la manufactura de Estados Unidos inició la venta del dólar. El Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM, por sus siglas en inglés) dijo el lunes que su índice de actividad fabril nacional bajó a 51,3 en marzo desde 54,2 el mes previo y frente a estimaciones de una lectura de 54,2 según un sondeo de Reuters.
El billete verde ha tenido un amplio repunte este año mientras se suma evidencia de que la economía de Estados Unidos está en un ritmo estable de recuperación. El índice dólar acumula un alza del 3,6 por ciento en lo que va del 2013.
En la sesión del lunes, el índice dólar, que mide el desempeño de la divisa estadounidense frente a una canasta de monedas, bajaba un 1,6 por ciento a 82,690. Cayó hasta un piso de una semana de 82,647.
El ánimo en general era de cautela antes de la revisión de política monetaria del Banco Central Europeo el jueves y del informe mensual de empleo en Estados Unidos el viernes.
El dólar caía casi un 1 por ciento a 93,28 yenes, tras descender hasta los 93,16 yenes, el menor nivel desde el 6 de marzo. El euro caía un 0,7 por ciento a 119,89 yenes.
El índice fabril oficial de gerentes de compra (PMI) de China tuvo una lectura de 50,9 en marzo, por debajo del consenso del mercado de un alza a 52, desde el informe de 50,1 en febrero.
Las tensiones en la Península de Corea también le daban apoyo al yen, según analistas.
Corea del Sur contraatacará rápidamente ante cualquier ataque de Corea del Norte, advirtió el lunes la presidenta surcoreana, en momentos en que las tensiones aumentan en la península por una retórica estridente de Pyongyang y el despliegue de aviones de combate estadounidenses.