El comercio exterior de Suiza se mantuvo moderado en agosto en medio de la débil demanda desde los EE.UU. y Asia. Las exportaciones aumentaron un 0,6% intermensual en agosto, mientras que la cifra del mes anterior fue corregida a la baja al -2% intermensual desde el -1,4%. Las importaciones se contrajeron un 2,8% intermensual, en comparación con el -1,3% de julio. La actividad comercial con la Unión Europea sigue siendo sólida, a pesar de que las importaciones se han contraído en los últimos meses. Sin embargo, parece que la guerra comercial iniciada por Donald Trump pesa también sobre la actividad comercial entre EE.UU. y Suiza. Por último, el franco suizo se apreció durante la segunda mitad de agosto; por lo tanto, sería razonable esperar una mayor contracción de la actividad comercial en los próximos meses.
Por otra parte, el Banco Nacional de Suiza (BNS) dejó su política monetaria expansiva sin cambios, tal como se esperaba. La institución monetaria se apega a su discurso habitual, ya que por lo general mantiene su opinión de que el franco suizo está “muy valorado” y reconoce que el franco suizo “se ha apreciado notablemente” desde la evaluación de la política monetaria de junio. No es sorprendente que el BNS no perdiera la ocasión para destacar los riesgos que representan para la perspectiva positiva las tensiones comerciales internacionales y las incertidumbres políticas, sobre todo en Europa. A pesar de esta advertencia, el BNS reconoce el sólido momentum en el crecimiento económico, tanto a nivel nacional como internacional. Por último, el pronóstico de inflación para el tercer trimestre se ha revisado al alza, pero la institución corrigió a la baja la previsión para 2019.
En general, el BNS es fiel a sí mismo y no dudó en reiterar su promesa de intervenir en el mercado de divisas para debilitar al franco suizo si las condiciones lo justifican. Thomas Jordan no tomará el riesgo de aumentar la tasa antes que el BCE. Por este motivo no se pueden esperar tasas de interés más altas en Suiza en el corto plazo.