La Reserva Federal (Fed) ha vuelto a inyectar una dosis de optimismo en el mercado, a pesar de recortar el programa de compra de bonos tal y como se preveía y abonar el terreno para ir abandonando la política monetaria excesivamente laxa que ha dominado la escena bursátil más de cinco años.
Cuando aún no se han terminado de digerir los comentarios de la Fed en Wall Street, así como tampoco que los tipos de interés se acercarán a 1,3% en 2015, otro peligro llama a la puerta: el riesgo de una acumulación excesiva de apalancamiento en los mercados financieros.
Esta situación, como puntualizó el Fondo Monetario Internacional (FMI) un día después de la reunión del FOMC, aunado a las persistentes tensiones geopolíticas, podría provocar una fuerte corrección.
A pesar de las advertencias del FMI y la incertidumbre aún sobre la situación en Ucrania, el mercado parece estar a la espera exigiendo evidencia, aunque las señales indiquen que la transición hacia una normalización monetaria ya ha comenzado, los inversores intuyen que la Fed no guardará la máquina de hacer dinero.
Más que anticipar otra racha de datos macroeconómicos positivos, Wall Street busca una confirmación del crecimiento sostenido, que aún parece evadir a la economía de EE.UU. a pesar de que el PIB en el segundo trimestre muestre un incremento del 4,7%, o al menos eso es lo que anticipan los expertos para la última revisión del informe que se publica el viernes, y en torno al que gira la agenda de esta semana.
No obstante, Wall Street comenzará esta semana pendiente del mercado inmobiliario, cuyo repaso comenzará con las ventas de casas existentes, que se espera que se sitúen en 4,7 millones en agosto, lo que supone un 9% menos que el mes anterior, así como a la venta de casas nuevas, con un repunte previsto de 6,5% hasta 439.000 unidades.
También se conocerá el índice de precios de viviendas del FHFA, que en el mes de julio podría alcanzar una tasa anualizada de 5,3%.
Después de conocerse la desaceleración de la economía en China, claramente percibida a través de la actividad manufacturera, en los próximos días los inversores estarán especialmente atentos a los datos del sector industrial, comenzando por el índice de actividad de la Fed de Chicago, seguido un día después por el PMI de manufacturas (Flash), que en septiembre mostrará una lectura de 54,3 puntos desde 57,9.
El mercado conocerá también os pedidos de bienes duraderos, en los que se prevé una caída del 14% después de haber registrado su mayor repunte histórico en el mes de julio (22%) por el fuerte repunte de la demanda internacional de aviones.
Como todos los jueves, las solicitudes semanales para el cobro de ayudas por desempleo dirigirán la acción de las bolsas. En esta ocasión, el consenso del mercado espera 302.000 nuevas solicitudes para la semana que concluyó el 15 de septiembre.
Un poco más tarde, la atención de los operadores se centrará en el PMI Markit de servicios, previsto en septiembre en 56 enteros, casi cuatro puntos menos que el anterior. El punto final de la agenda macro estará a cargo del índice de confianza del consumidor que elabora la Universidad de Michigan.
En lo que respecta al lado corporativo, habrá que seguir los resultados de la cadena minorista Bed Bath & Beyond (NASDAQ:BBBY), el operador de cruceros Carnival (NYSE:CCL)l, y del fabricante de calzado deportivo, Nike (NYSE:NKE).