La semana pasada vino marcada por la acumulación de noticias positivas que dieron un impulso a los índices de renta variable. Especialmente a los más castigados en esta crisis. El anuncio de la vacuna de Pfizer (NYSE:PFE) y la confirmación de la victoria de Biden en las elecciones estadounidenses animaron a los inversores a tomar posiciones en las bolsas y a volver a incorporar en sus carteras compañías cíclicas, penalizadas hasta ahora por la pandemia. Debido a esto, nuestro índice IBEX 35, compuesto principalmente por estas compañías, fue el que mejor desempeño mostró, avanzando un 13,29% en la semana. El índice nacional vivió su segunda mejor semana de la historia. Desde octubre de 1998 no había ofrecido una rentabilidad semanal como la de la pasada.
El anuncio de Pfizer-BioNTech de que su vacuna experimental contra la Covid-19 presentaba un 90% de eficacia en los ensayos realizados y de que a finales de este mes van a solicitar la autorización de uso de emergencia de Estados Unidos, supuso el pistoletazo de salida a una lógica rotación de carteras. Se observó un trasvase de posiciones desde compañías tecnológicas y del sector de salud hacía valores cíclicos como financieras, transporte, turismo e industriales. Esto supuso que el índice tecnológico Nasdaq 100 retrocediera en la semana, apuntándose un saldo negativo del 1,27%.
A pesar del buen desempeño de la renta variable, los inversores no se alejaron de la renta fija. La liquidez abundante y los nuevos estímulos fiscales, que se esperan por el recrudecimiento de la segunda ola de la pandemia, siguen haciendo muy atractivo estos activos. El respaldo de los bancos centrales a la deuda pública y a la corporativa hasta el rating BB, les confiere un valor añadido como activo refugio. Por otro lado, la demanda creciente de los mismos como destino de la liquidez sobrante de los perfiles más conservadores, les rehabilitan como generadores de rentabilidad, a pesar de sus yields cada vez más bajos.
Las esperanzas de reducción de plazos para una distribución masiva de una vacuna efectiva, que alentó la noticia de Pfizer, nos obliga a los inversores a situarnos en el momento post vacuna. En mi análisis semanal del pasado 28 de septiembre ya aconsejaba considerar la realización de una rotación de carteras, teniendo en cuenta aquellos sectores y compañías penalizados pero que seguirán aportando valor cuando vuelva la verdadera normalidad. En aquel contexto quedaba pendiente resolver la incertidumbre sobre la definición del instante en que llegaría el momento post vacuna, por eso parecía un consejo para una orientación a muy largo plazo. Hoy en día ese plazo se ha reducido, la incertidumbre empieza a despejarse y se ha acelerado la rotación en las carteras. Es una rotación en la que conviene insistir y no dudar, a pesar de que la pasada semana las cíclicas ya avanzaron de manera importante. Sigue existiendo valor en estas compañías pensando en el momento post-vacuna.
Parece que está más cerca el final del sueño que vivimos, desde que estalló la pandemia. En los sueños participamos de una realidad alterada. Nos encontramos con elementos que parecen estar desubicados de la situación real y en contextos que no les corresponden. Sin embargo, en el sueño cobran hasta cierto sentido. Pero cuando despertamos todo vuelve a estar en su sitio. Lo que parecía relevante en el sueño deja de serlo y lo que ni siquiera estaba en la escena es ahora lo principal. En la inversión conviene posicionarnos en el momento del despertar. Vamos a ver como compañías tecnológicas que han sido protagonistas, cuando estábamos en brazos de Morfeo, pierden su brillo. Incluso compañías del sector bio-tech y farmacéutico dejaran de ser tan relevantes para los inversores.
Aunque es un mensaje fácil de transmitir y más difícil de ejecutar, la buena selección de compañías es ahora más importante. Especialmente seleccionar con que compañías de los triunfadores en el periodo de la pandemia nos vamos a quedar en la cartera. Porque seguro que en el momento post-covid, las compañías tecnológicas o bio-tech que se hayan afianzado bien en la cadena de valor de las tendencias de fondo que va a dejar la pandemia, van a seguir siendo relevantes. Sin embargo, otras que se han subido a la ola sin una buena tabla serán engullidas por ella. Se trata, por lo tanto, de realizar una rotación de cartera con sentido, porque tampoco debemos desestimar el componente premonitorio de algunos de nuestros sueños.
En la semana que entramos vuelve a la escena el Brexit. Volvemos a vivir el día de la marmota y nos encontramos en otra semana decisiva para llagar al acuerdo de un Brexit suave. Tras los últimos acontecimientos, que han debilitado los posicionamientos de Boris Johnson, parece más cerca un acuerdo favorable. Esperamos un movimiento lateral en mercados después de las ganancias de la pasada semana pero sin mucha volatilidad, dado el buen fondo de mercado que tenemos.