El dólar presenta un comportamiento dispar ante las monedas principales, en la sesión europea del martes.
La libra Esterlina da la nota destacada en estas horas, luego de publicado el reporte de inflación minorista, que creció por debajo de lo esperado, haciendo trastabillar a la moneda británica a su mínimo desde el 4 de abril pasado. La libra mantiene en el mediano plazo una tendencia a la baja que podría extenderse a la zona de 1,45 durante el próximo mes, dependiendo, claro está, del comportamiento del resto de las divisas.
Si bien la economía británica está dando algunos signos de recuperación muy modestos en las últimas semanas, el valor de la libra luce alto en función del resto de las monedas duras. Esto se refleja en los pares EUR/GBP, que se mantiene muy lateral, y en el GBP/JPY, que presenta tendencia alcista, aunque en este caso más justificada por la devaluación del yen, buscada por el gobierno japonés.
Precisamente, el Ministro de Finanzas de Japón, A. Amari, que el lunes había presentado algunos reparos a la baja del yen, volvió sobre sus palabras, y disparó a la moneda nipona nuevamente hacia abajo. No extrañaría ver que el par USD/JPY quiebre en las próximas horas el nivel de 103,30, que alcanzó el viernes a última hora, y que representa el valor más alto en los últimos 4 años. El objetivo alcista que observamos en el mediano plazo es la zona de 105.
El euro, en tanto, no ha brindado mayores cambios en las últimas horas, y no se ven variaciones importantes para las que vienen. Un quiebre de 1,2810 podría acelerar la baja de la moneda única, que en ese caso encontrará como soporte clave la zona de 1,2730, en tanto la superación de 1,2880 podría darle algo más de fuerza, buscando 1,2905, aunque vemos más probable una caída del euro durante la sesión americana.
El dólar australiano, por su parte, recuperó posiciones durante gran parte del lunes, pero declina nuevamente en la sesión del martes. Sin embargo, los indicadores de 4 horas y diarios siguen mostrando una alta probabilidad de recuperación del aussie, sobre todo si quiebra la zona de 0,9840, en cuyo caso no tardará en alcanzar nuevamente la paridad ante el dólar. Su comportamiento, ligado al del yen en parte, se ha mostrado algo errático en las últimas semanas, sobre todo luego del recorte de tasa de interés por parte del RBA.