El par euro-dólar cerró la semana pasada a 1,1179, tras haber marcado un máximo anual en 1,1269, continuando una semana más con la debilidad del billete verde. Y todo ello a pesar de que las acciones de Estados Unidos se recuperaron hasta máximos y parece que ha desaparecido en cierta manera la aversión al riesgo.
Si entramos en detalle en la gráfica del par, podemos destacar el miércoles, cuando las actas publicadas del FOMC ejercieron presión sobre el dólar. Todo lo contrario ocurrió el jueves, cuando el dólar cogió aire, debido a que tras la reunión de la OPEP en Viena, los precios del petróleo bajaron considerablemente. Por último, destacar que el viernes se publicaron las cifras del PIB y bienes duraderos, que fueron mejores de lo esperado. Esta escalada del dólar se vio frenada por un retroceso de la confianza de los consumidores, según el índice de sentimiento de Michigan.
Durante esta semana debemos estar muy atentos el miércoles a los datos de tasa de desempleo e el índice de precios al consumo en la Unión Europea y el viernes a la tasa de desempleo estadounidense y las nóminas no agrícolas.
Con todo ello marcamos para esta semana un soporte de 1,1030 y una zona de resistencia de 1,1320.
En cuanto al par EUR/GBP, cabe destacar que la caída del petróleo, antes mencionada, ha afectado a la moneda del Reino Unido. Además, ya son varias las encuestas que la semana pasada indicaban que Theresa May está perdiendo apoyos. El pasado jueves los datos macroeconómicos publicados en Reino Unido afectaron a la confianza en la libra, depreciándola hasta 0,8740.
Esta semana el devenir del par puede verse afectado por la conferencia de prensa de ayer lunes de Mario Draghi, por los datos de confianza del consumidor que conoceremos el martes y, principalmente, por cualquier declaración o datos de encuestas de carácter político que se den en Reino Unido. Con todo ello marcamos una zona de soporte de 0.8675 y una zona de resistencia de 0.8810 para esta semana.