Hola Amigos, buen día. Llega el último día hábil del año, en el que tradicionalmente los mercados no presentan variaciones de importancia.
Sin embargo, queda un panorama más o menos claro en cuanto a las tendencias de las monedas principales, en sus cruces ante el dólar.
El euro termina el año en mínimos de más de un año, o al menos muy cerca de ellos. Todo en un contexto europeo muy desordenado, deslucido, y con claras muestras de que los líderes de las potencias dominantes del continente, esto es Alemania y Francia, no saben bien que hacer con sus socios que no cumplieron con las metas fiscales comprometidas.
La falta de liderazgo se ha hecho evidente en los últimos meses, con cumbres que anunciaban poco menos que la fundación de un nuevo continente en la Tierra. Tan evidente como la falta de pericia de los equipos técnicos, especialistas en mercados, que como suele suceder cuando no se sabe que hacer, han ido detrás de los acontecimientos, y no han logrado anticipar absolutamente nada de lo ocurrido.
Grecia, técnicamente en default, palabra disfrazada con eufemismos que no logran evitar las protestas de su población, y que obligó a un cambio de gobierno anticipado, dio que hablar durante gran parte del año, al tiempo que creció en vecinos igualmente “díscolos” en materia fiscal una profunda inquietud.
Así, Portugal, Irlanda, España, Italia, y otros países de menor peso en el contexto de Europa, como Hungría y Bulgaria, fueron titulares de los periódicos por el riesgo que representan sus deudas soberanas, o mejor dicho, por la solvencia de estas naciones para afrontar los pagos de las mismas.La sensación es que durante años hubo una fiesta pagada por nadie, y financiada por bancos que sabían en que se metían, pero que confiaron en que finalmente, Alemania, Francia, o quien fuera, iba a hacerse cargo del problema.
Hoy, esos bancos, igual de responsables que los gobiernos populistas, muchos de los cuales han ya caído o perdido elecciones, son vapuleados por un lado por la opinión pública, pero protegidos por las autoridades europeas, que temen un caos general si caen arrastrados por la crisis.
Europa, pues, no quiere asumir que la deuda que contrajo alguien deberá pagarla, y gobiernos que se van y se seguirán yendo antes de tiempo, poblaciones que deberán pagar más impuestos y ajustar cinturones, y bancos que deberán pasar a pérdida mucho dinero, son quienes asumirán el costo.
Desde el lado de Estados Unidos, luego del papelón de principio de agosto, cuando el Gobierno del presidente Obama estuvo a horas de entrar en cesación de pagos interna por una pelea entre legisladores, parece haber tomado un camino distinto.
Contra muchos pronósticos, y luego de varios meses de creación de empleo nula, los últimos meses presentaron señales alentadoras no solo en esta variable, que es sin duda la más importante a nivel macro, sino también en la confianza del consumidor, las ventas de viviendas, y los indicadores por sector, esto es producción industrial, servicios, compras, que muy lentamente se alejan de cifras críticas.
Estados Unidos entra en un año electoral, y eso es sinónimo de aumento de gasto público. Pero con un conflicto bélico menos, como es el de Irak, que llevó al país a tener un promedio de 50 a 60 mil millones de déficit mensual, el costo no parece tan gravoso.
En una mejora general de la economía norteamericana (que sigue siendo la número 1, y tres veces superior a la número 2, que es China), puede basarse un año 2012 si no bueno, al menos de transición.
Si a Estados Unidos le va bien, China podrá proveerlo de mejor manera. Si a China le va bien, los países emergentes tendrán un buen mercado en que volcar los commodities. Y a la vez, Europa se verá beneficiada por la bonanza de todos estos bloques.
Lo que es claro, es que Europa, sola, no podrá afrontar su propia crisis, y depende mucho de los demás.
En cuanto a Japón, tuvo un año sin pena ni gloria, igual que los anteriores. Se vio afectado por un sismo en marzo, cuyas consecuencias económicas parecían ser peores en un principio. Y también por una revalorización del yen, que en nada favorece a su economía.
Creemos, de acuerdo a lo expuesto, que los primeros meses de 2012 pueden favorecer al dólar, el cual debería ceder hacia mitad de año, cuando se empiece a ver la masa de liquidez que impondrá Obama y su gente para ganar su relección. Por supuesto, en el medio, pasarán mil y una cosas, que trataremos de analizar oportunamente.
No se esperan datos de importancia para el resto del día. Las bolsas europeas pierden, promediando la última sesión del año, un 0,5%, al igual que los futuros del Dow Jones, que presentan una tendencia bajista de corto plazo.
El euro cotiza a 1,2938 frente al dólar, con una tendencia ligeramente bajista en el gráfico de 4 horas, que solo cambiaría de rumbo al quiebre de la primera resistencia, ubicada en 1,2965. Sobre la misma, 1,30 y 1,3040 serán los próximos objetivos alcistas. Los soportes, en tanto, serán 1,2910, 1,2885 y 1,2860, mínimo del jueves.
La libra Esterlina cotiza a 1,5432 frente al dólar, con tendencia aún bajista en el gráfico de 4 horas, pese a la recuperación de última hora de la moneda británica. Las próximas resistencias se hallan en 1,5475, 1,5505 y 1,5535, siendo los soportes 1,5405 y 1,5360.
El yen cotiza a 77,42 frente al dólar, presentando el gráfico de 4 horas una tendencia bajista, que tiene sus soportes más cercanos en 77,10 y 76,90. Las resistencias, por su parte, son 77,60, 77,85, 78, 00 y 78,20.
Finaliza la semana, el mes, y el año.
Con aciertos y errores, como suele ocurrir, hemos tratado, siempre, de brindar nuestro punto de vista sin condicionamientos de ninguna clase.
Nos queda, como cada año, el sentimiento de gratitud hacia nuestros lectores, de quienes siempre, por una u otra vía, nos han llegado reconocimientos muy importantes.
Gracias a todos por acompañarnos un año más. Un año que completa nuestra primera década en el mercado de divisas, lo cual constituye para nosotros un motivo de orgullo.
Les deseamos a todos nuestros lectores un excelente año 2012, y que todos vuestros anhelos, se hagan realidad. Felicidades, y de nuevo, muchas gracias.