El panorama general de las divisas, con alguna excepción, vuelve a favorecer al dólar, de cara a la semana que se inicia. Lentamente, va tomando forma el consenso de que la Reserva Federal (Fed) va a aumentar sus tipos de interés en septiembre, algo que había quedado en suspenso luego de las imprevistas devaluaciones impuestas por el Banco Popular de China (BPOC) la semana pasada.
Esta jugada del BPOC, lejos de generar confianza en los inversores en el yuan, la espantó: si la entidad actuará de esta manera aún cuando hace poco sus propios funcionarios habían avisado que no lo harían, sin previo aviso y con nulo margen de protección para el resto de las economías, el yuan no será precisamente la moneda más buscada para invertir en el futuro, y le costará mucho entrar en el concierto de las divisas líderes.
Pero además, para muchos, esta actitud revela que China aceptó finalmente que su economía no pasa por el mejor momento. Habíamos hablado la semana pasada acerca del probable inicio de un proceso que lleve al yuan mucho más abajo próximamente, y pese a que el propio BPOC aclaró que nada de ello ocurrirá, no luce este organismo como el más confiable en estos días.
Con pocos cambios iniciaron las divisas europeas esta semana. El euro mantiene un tono bajista, que lo llevó ya a 1,1060 en su mínimo, y si bien se recupera ligeramente en estas horas, podría volver a caer rápidamente al quiebre de dicho nivel. La formación de un doble techo en el gráfico de 4 horas, junto con el quiebre de una línea de tendencia alcista en esta temporalidad podrían actuar de disparador para una venta de euros en la sesión americana. El objetivo de mínima para la divisa única aparece ahora en 1,1030.
En cuanto a la libra esterlina, cumplió a primera hora con una figura de continuación de tendencia alcista, pero cae en las horas previas a la sesión americana. De todas formas, la libra se ve algo más fuerte que el euro, ante la probabilidad de que el Banco de Inglaterra incremente la tasa de interés desde el 0,5% actual en los primeros meses de 2016. La baja en el precio del cruce EUR/GBP muestra claramente la diferencia de velocidad en la caída de ambas divisas ante el dólar.
Para destacar también es la nueva baja del petróleo, que se acerca a los 40 dólares, mínimos que no conoce desde 2009. Las sucesivas noticias de aumento de producción en Medio Oriente, junto con cuestiones políticas diversas, están derrumbando al precio del crudo, y llevando a mínimos a sus monedas vinculadas.
De hecho, el dólar canadiense se acerca a su más bajo nivel desde 2008, en tanto el peso mexicano roza ahora mismo su mínimo histórico al que llegó días atrás en 16,49. Entre las divisas latinoamericanas, el peso colombiano es la que más sufre esta circunstancia.
Sin datos relevantes desde Estados Unidos, la sesión americana luce como algo más tranquila que los últimos días de la semana pasada, sin cambios de tendencia importantes, y con el dólar marchando a paso firme.