El euro y la libra esterlina extienden sus ganancias ante el dólar en la sesión europea del viernes, en tanto el yen se fortalece en menor medida. Por su parte, la onza de oro supera los 1155 dólares, impulsada por fuertes compras de fondos de inversión.
Estas son las notas destacadas de una jornada en la que el dólar, paradójicamente, sigue ganando terreno ante el petróleo y sus monedas vinculadas, como el dólar canadiense y el peso mexicano.
Y este comportamiento no parece que vaya a cambiar durante el resto del día. La fortaleza del euro proviene de una cierta duda que para algunos quedó acerca de lo que la Fed pueda hacer con la tasa de interés en septiembre. En nuestra opinión, se trata de una corrección bastante esperable, a la espera de un aumento de tipos, que derrumbaría a la divisa única. No hay que olvidar, en estas instancias, que se inyectan 60 mil millones de euros por mes en la economía del bloque, con resultados escasos por ahora.
La libra Esterlina tiene una tendencia alcista algo más sustentable, aunque no extenderá demasiado sus ganancias. Podría superar 1,58, lejos de 1,60 que es su precio más confortable, aunque deberá apurarse: a mediados de septiembre podría ver en peligro su alza, y regresar a la zona de 1,50 sin demoras.
El yen, en cambio, puede entrar en una corrección alcista de más largo plazo. Su alza de las últimas horas, si bien motivadas en la debilidad propia del dólar, también tiene fundamentos en las medidas que el Banco de Japón pueda tomar para frenar la devaluación de su propia moneda. No extrañaría que siga creciendo en las próximas horas, buscando 122,30, antes de una toma de beneficios.
El discurso de la Fed parece haber sido mejor interpretado por los mercados de acciones. El cierre del índice Dow Jones del jueves fue el más bajo desde octubre de 2014, y tocó una línea de velocidad inserta en el canal alcista principal, cuyo inicio data de marzo de 2009. Las pérdidas de los papeles líderes se justifican en la preocupación de lo que sucede en China, pero la situación no es nueva, y más se parece a un anticipo de lo que se viene: con un dólar caro, las acciones perderán fuerza rápidamente.