Encabezadas por el petróleo, el precio de las materias primas vuelven a caer en estas horas, ante el avance del dólar que, desde inicio de semana, se perfila con tendencia alcista para los próximos tiempos. Los futuros del WTI se acercan a sus mínimos del año, que alcanzaron en 43,50 dólares el 29 de enero, en pleno desplome de su precio, tras lo cual logró una modesta recuperación.
Esta circunstancia está impactando en la baja que presentan las divisas vinculadas al petróleo, como el dólar canadiense y el peso mexicano. Este último tiene en 16,48 su precio mínimo histórico, al cual llegó la semana pasada.
En tanto, el euro nuevamente pierde posiciones ante el dólar, aunque en forma más moderada que en la víspera. El quiebre de 1,0860 podría extender su baja a 1,0830 y 1,0805, próximos soportes de importancia. Evidentemente, en el ánimo de los inversores pesa el hecho de que el BCE inyecte 60 mil millones de euros al mes, mientras la Fed se encamina a incrementar el costo del dólar el mes próximo.
El yen, por su parte, se encuentra a la espera del anuncio de política monetaria por parte del Banco de Japón, previsto para la sesión asiática del viernes. Si bien no se esperan cambios importantes, el BoJ dio muestras algo confusas en los últimos tiempos de cuales son los pasos que seguirá en el futuro. La devaluación a la que sometió al yen desde inicio de 2013 es muy clara, pero parece estar llegando a su fin. Puntualmente, para las próximas 24 horas, el quiebre de 125,85, máximo que el par USD/JPY alcanzó este año y que representa el más alto valor desde mayo de 2002, podría estirar la baja del yen a la zona de 126,30, con objetivo de máxima en 128 para las próximas semanas.
Conviene ver también lo que sucede en estos momentos con la libra Esterlina, que no es la mejor divisa para operar en la fecha. El llamado super jueves, nombre impuesto por el Gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, tuvo poco de super para la moneda local. La libra cae en estos momentos, aunque recortando sus pérdidas de primera hora, luego de que el BoE anunciara que la tasa de interés de referencia quedará sin cambios otra vez, y que todos salvo uno de sus miembros de política monetaria votaron por no tocar la tasa. Pero lo que impulsó la baja de la libra es la estimación de inflación del organismo para los próximos meses. Según la visión del BoE, el índice de precios crecerá muy poco, y de este modo se diluyen las probabilidades de que el 0,5% actual de los tipos de interés cambie este año.
Acaban de conocerse las peticiones semanales de desempleo en Estados Unidos, sin cambios importantes, y con poco impacto en los precios de los pares líderes. Y probablemente tengamos una sesión con un dólar fuerte, a la espera de los datos de empleo de julio, que se conocerán el viernes en la mañana.