El precio del oro está en su camino descendente y ha alcanzado su nivel más bajo desde el 10 de mayo. Sin embargo, las presiones de venta parecen desaparecer alrededor de $1,220. El misil de Corea del Norte que se lanzó a las aguas japonesas ayer apenas impulsó al metal precioso, por el momento. Pero no necesita mucho, en nuestra opinión, para que las cuestiones geopolíticas eleven e impulsen el precio del oro.
Los mercados financieros todavía se están moviendo hacia el modo de apetito por el riesgo y lejos del refugio del oro. Las señales enviadas por los bancos centrales son positivas para los mercados. La Fed está normalizando su política monetaria, el BCE podría aumentar las tasas si la recuperación de la zona euro se acelera y, por último, pero no menos importante, las incertidumbres europeas están perdiendo fuerza en este momento, cuando sólo quedan las elecciones federales alemanas en septiembre, cuyos resultados no deberían ser sorprendentes.
Sin embargo, consideramos que se necesitaría solamente un problema técnico para ver un regreso de los inversores hacia el oro. Las negociaciones Brexit prometen ser duras, no todos los miembros de la UE tienen el mismo interés comercial con el Reino Unido, y esto va a crear una divergencia, además los mercados son demasiado optimistas acerca de la recuperación de Estados Unidos, mientras que los riesgos geopolíticos (Oriente Medio, Corea del Norte) podrían levantarse en cualquier momento.