Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Enero ha resultado ser un mes devastador para el riesgo. Las monedas y las acciones se vendieron de forma masiva cuando los temores de la guerra comercial dieron paso a las preocupaciones en torno a una pandemia mundial por el coronavirus. China, la planta de producción del mundo, está básicamente cerrada y los países de todo el mundo están cerrando fronteras para evitar que el virus se propague. Incluso si China logra tener el virus bajo control y los casos de contagio se disparan, pasará algún tiempo antes de que el negocio vuelva a la normalidad. El coronavirus podría ser una sentencia de muerte para el crecimiento este año, especialmente en la región de Asia-Pacífico. El mundo ahora depende mucho de China para el abastecimiento y la demanda, lo que es una de las principales razones por las que no creemos que la recuperación de los activos de riesgo del lunes y el repunte de las divisas sea duradera.
Entre el coronavirus y los incendios forestales, no se trata de si lo harán sino de cuándo recortará el Banco de la Reserva de Australia los tipos de interés. La decisión sobre los tipos de interés del Banco de la Reserva de Australia es uno de los eventos de riesgo más importantes esta semana porque la decisión de mantener inalterados los tipos será muy reñida y la gestión del Banco de la Reserva del impacto del coronavirus podría ser un reflejo de lo que sienten otros bancos centrales. El mercado estima que sólo hay un 18% de probabilidades de un recorte de los tipos este mes y, según la siguiente tabla, pueden esgrimirse argumentos a favor de mantener estables los tipos.
Desde su última reunión de diciembre, las ventas minoristas y la confianza de los consumidores han mejorado, la tasa de desempleo ha descendido, la inflación ha subido y el mercado inmobiliario ha mostrado más indicios de estabilización. Lamentablemente, el superávit comercial se ha reducido, la confianza de las empresas ha disminuido y, lo que es más importante, las lecturas de los tres PMI han descendido considerablemente, lo que indica un debilitamiento generalizado de la economía. Los PMI son generalmente los datos más actuales y proporcionan el reflejo más preciso de la actividad económica. Estos informes nos dicen que, si bien la economía de Australia se estabilizó hacia el final del año, se ralentizó de nuevo al comenzar 2020. Los datos de China fueron más sólidos de lo esperado, pero esas cifras no sólo están distorsionadas, sino que empeorarán significativamente en el último mes. Entre el coronavirus y los incendios forestales (se ha declarado el estado de emergencia en Canberra este fin de semana), la economía de Australia seguramente se vea duramente golpeada este año. Creemos que habrá como mínimo una —si no dos— ronda de relajación monetaria, si el Gobierno quiere evitar la recesión.
Aparte de los anuncios de política monetaria, Australia publicará también los PMI, las ventas minoristas, el comercio y otros datos que incluyen en el rumbo del mercado. Los datos comerciales de China tendrán un impacto generalizado en el mercado. Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá también publicarán sus informes del mercado laboral. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ofrecerá unas declaraciones, por lo que será otra semana ajetreada para las divisas. Este martes se publican las cifras de empleo del cuarto trimestre de Nueva Zelanda y, a pesar de una ralentización generalizada de la economía mundial, las cifras del cuarto trimestre podrían ser mejores. El euro se mantiene muy por encima del nivel de 1,10 gracias a las revisiones al alza del PMI.