Jim T., analista anglosajón y aterrado por la posibilidad de un Brexit duro, que "cambiará mi vida y me obligará a migrar de mi país por culpa de una pandilla de políticos indocumentados, ególatras y populistas", me dice que "los mercados han entrado, desde hace meses ¿un año? en un círculo viciado, que cada día añade más píldoras envenenadas. A las repetitivas advertencias sobre una recesión global, ahora con Alemana en el centro de la diana, se une la falta de liquidez en los mercados de bonos de Estados Unidos y el toma y daca en la guerra comercial, que ya hace mella en los PIB de las principales economías del mundo. La última guinda en este pastel maloliente, la pone el inicio el proceso de impeachement contra el presidente Trump (proceso político para intentar forzar su destitución). El detonante ha sido la presión de Trump al presidente de Ucrania para investigar al ex – vicepresidente Joe Biden y a su hijo con el fin de dañar las probabilidades del primero de ganar las elecciones en noviembre de 2020".
"Por el momento, la probabilidad de que prospere es baja (hay mayoría republicana en el Senado 'vs' 2/3 que se precisarían para sacar adelante el 'impeachment'), pero introduce un nuevo foco de incertidumbre. Tampoco ayuda el discurso duro de Trump contra China en la ONU, afirmando que no admitirá un mal acuerdo, lo que podría reducir las expectativas de un acuerdo comercial. Recordamos que la próxima semana EE.UU. y China se reunirán en Washington".
"Un panorama solo apto para corazones valientes, mentes frías y carteras gordas, repletas de billetes. Es difícil tener o, en su caso, mantener ideas ante tanto desbarajuste global. En nuestro banco buscamos oportunidad en la volatilidad de la volatilidad o en las gangas, que siempre suceden a los huracanes bajistas. Pero no tenemos ni ideas nuevas ni proyecciones de futuros. Hemos concluido que sirven para nada o para perder mucho dinero en el empeño".
"Ya sabes, que en el otoño del año pasado el mundo de la Bolsa se vino abajo, más cerca de su final. Todos vendimos lo que pudimos, incluso más. En enero, llegó la recuperación en V, tan bestial como la caída previa. No hay bolsillo que aguante tanta volatilidad en tan corto espacio de tiempo. Y lo que es peor, las proyecciones de finales del año pasado siguen vigentes hoy, pero con un gran corte de manga de los mercados. Debería estar penalizado este gesto a la grada, pero el juez y el árbitro es el mismo".
"Los bancos centrales, con la Fed al frente de la manada, dan vueltas sobre sí mismos. Han entrado en un bucle del que no saben escapar. Por fortuna, aún manejan bien los mandos de la aeronave. La falta de liquidez en los mercados es cada vez más acusada. Nadie se escapa a este fenómeno y solo los bancos centrales tienen la máquina de hacer billetes. Una situación, que no es nueva, pero ahonda en nuestra carencia de ideas. Hablo con mis colegas y nadie se ha recuperado del susto en V iniciado el año pasado. Seguimos dónde y cómo estábamos. En manos de los bancos centrales".
"El cuadro económico se complica en el Reino de España, al alimón con el resto de los países industrializados. El factor político nos provoca cansancio, aquí y en otras áreas de influencia económica del mundo. Una especia de hastío recorre el planeta. Unos dicen que es el cambio de hora, otros, que es un proceso alérgico global. Aquellos hablan de astenia primaveral. En los últimos días he leído de todo. También, proyecciones globales apocalípticas, aunque en algunos casos no las comparto, relativas al estancamiento de las políticas fiscales, la pronta subida del paro y una fuerte caída de los beneficios empresariales como responsables de la extensión y profundización de la recesión económica global. También, que el PIB estadounidense caerá más de lo que los analistas prevén y que, por supuesto, la tasa de desempleo nos traerá malas noticias".