En una jornada sin datos importantes por conocerse, las divisas principales se mueven en rangos de precios muy estrechos, buscando consolidar su dirección para la sesión americana.
El dólar se mantiene alcista en todos los frentes, en especial ante el euro y el dólar australiano. La divisa única se ubica cerca de sus mínimos del viernes, cuando tocó 1,0710 luego del dato de empleos de Estados Unidos, y el quiebre de dicho nivel podría acelerar su baja en el corto plazo.
El gráfico de 4 horas del cruce EUR/USD mantiene una tendencia bajista marcada, y solo la superación de 1,0830, línea de tendencia bajista, podría cambiar la dirección del mismo. Los soportes que siguen son 1,0710, 1,0690, 1,0660 y 1,0630; las resistencias, 1,0765, 1,0790, 1,0805 y 1,0830.
En cuanto al dólar australiano, presenta en el corto plazo una figura de continuación de tendencia bajista, que podría llevarlo a la zona de 0,6995 en las próximas horas. El Aussie fue una de las monedas que más terreno perdió la semana pasada, y si bien ha lateralizado en las últimas horas, podría volver a ceder posiciones en la sesión americana.
Distinto es el panorama de la libra esterlina, que luego de una muy fuerte baja del jueves y viernes pasado, logra superar con esfuerzo la zona de 1,51, y podría continuar en una senda alcista en las próximas horas. La superación de 1,5130 puede estirar las ganancias de la libra a 1,5165, 38,2% de retroceso del movimiento 1,54/1,5027.
También el yen vuelve a dar señales de vida. Sin datos importantes en Japón, la divisa nipona perdió posiciones el lunes, pero se ubica cerca de 123 en estas horas, con una perspectiva que lo favorece para la sesión americana. El quiebre del cercano 122,95 podría darle fuerza buscando en su caso 122,70 y 122,35.
La onza de oro, en tanto, trata de recuperarse de su baja de la semana anterior. Pero solo el quiebre de la línea de tendencia bajista que pasa ahora mismo por 1098 podría darle ganancias sustentables, buscando 1104 y 1108, próximas resistencias. Por su parte, 1088 y 1085 son los soportes de corto plazo; el quiebre de este último va a generar una baja acelerada del metal precioso.