Muchas veces culpamos a la mala suerte de sucesos inesperados que hacen resentirse a nuestra cuenta de trading.
Voy a poner unos ejemplos donde es posible que penséis que ha habido mala suerte. Imaginaos que ponéis una orden de compra limitada y el precio se queda a medio punto de entrar, saliendo luego disparado para arriba, dando el objetivo que tenías marcado. Otra situación puede ser aquella en la que colocas un stop de protección en una operación cualquiera, el precio baja a hacer saltar tu stop, girándose justo después pagando tu objetivo posteriormente.
Podemos poner más ejemplos, como el momento que entras al mercado y hay una noticia no programada que hace que se te invalide tu análisis. Ejemplos de estos hay muchos y seguro que vosotros me podéis ilustrar con más casos.
Podemos culpar a estas situaciones con la excusa de mala suerte, o tenemos que aceptar que una parte del trading es que sucedan cosas inesperadas, de la misma manera que, estadísticamente, tendrás señales malas y otras tantas buenas. Es decir, dentro de todo sistema, deberían estar analizados estos casos, de manera que el sistema siga siendo positivo, y así, no depender de la “suerte”.
Tampoco existe la buena suerte, solo los actos, dentro de un conjunto enorme de posibilidades. Acción, repercusión.
Por lo tanto, centraros siempre en lo estadístico, lo cuantitativo, y no culpéis a la suerte, porque entonces no entenderemos nunca cuál es, precisamente, esa estadística.