No habrá aumento de tipos de interés, pero... En su séptima y penúltima reunión de política monetaria del año, la Reserva Federal Fed dejará sin cambios los tipos de interés de referencia, que se ubican en una franja que va del 0 al 0,25% desde diciembre de 2008.
Es curioso analizar como desde que la posibilidad de que hubiera cambios en la tasa se hizo más tangible, puntualmente desde mediados de 2014, el dólar se fortaleció en todos los frentes; sin embargo, nada sustancial ha ocurrido desde entonces.
La propia presidenta de la Fed, Janet Yellen, había anticipado en diciembre de 2014 que en las próximas 2 o 3 reuniones habría cambios. La reunión de abril, sin embargo, no ofreció mayores variantes que un discurso muy cuidado, como ocurre en cada encuentro.
¿Qué es lo que le impide a la Fed tomar decisiones? Veamos. Las dos variables principales que toma en cuenta el organismo son el mercado laboral y la tasa de inflación. Yellen había dicho hace más de dos años que cuando la tasa de desempleo se ubicara cerca del 6% habría movimientos de tipos de interés. El razonamiento es lógico: con un desempleo que caería del 10 al 6%, la inflación se ubicaría cerca de las metas del 2% que la Fed tiene.
Sin embargo, la tasa de desempleo ya se acerca al 5%, pero la inflación brilla por su ausencia. Yellen, como también lo hace Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), atribuye la baja inflación en gran parte a la caída del precio del petróleo, que cayó desde más de 110 dólares a 38. Pero hay que tener en cuenta además la baja calificación del empleo creado, que impide el aumento del consumo.
Además, la bajada del petróleo se da en un contexto de alza del dólar. No por casualidad en los mismos días en que el euro cedió desde 1,40, la libra desde 1,72 y el yen, algo demorado, desde 104, el petróleo se derrumbó sin atenuantes. De modo que si la Fed espera que suba el petróleo para mover la tasa, habrá entrado en un círculo vicioso.
¿Qué puede pasar entonces con el anuncio del 28 de octubre? Esencialmente, el dólar puede resentirse, luego de haber tomado un fuerte impulso ante el euro y el yen en los últimos días. El comunicado hablará de condiciones que se van dando para aumentar los tipos, de circunstancias que se van alineando, pero la falta de cambios impactará claramente en el dólar. ¿Por cuanto tiempo? No por mucho.
La moneda norteamericana tiene, claramente, mucho para ganar en todos los frentes. Si Europa sigue inyectando euros, el Banco de Japón (BoJ) amplia su masa monetaria -esto lo sabremos el jueves 30-, y el Banco de Inglaterra sigue dando mensajes ambiguos, los plazos se acortarán y favorecerán al dólar.
¿Será en diciembre el momento apropiado entonces? Curiosamente, los oficiales de la Fed hablan de próximas alzas de tipos, e incluso varios de ellos se han mostrado partidarios de hacerlo este año. No habría que descartar, entonces, que haya novedades a mediados de diciembre.
¿Qué esperar para los minutos previos al anuncio del jueves 29 y qué para los minutos posteriores? Para los instantes anteriores, una tensa calma; para después, movimientos violentos, a la par que se conoce el comunicado. En cualquier caso, lo mejor es esperar unos minutos antes de tomar acción.