Terminamos noviembre poniendo un ladrillo más para seguir levantando lo que podría convertirse en un buen cierre de año. Nos queda un mes por delante y aunque vayamos poco a poco y, en nuestro caso, con la incertidumbre de unas elecciones a la vuelta de la esquina, vamos sumando puntos que nos permiten mirar adelante con optimismo. Desde luego que Alemania, como ya comentamos la semana pasada, está marcando el ritmo, con un DAX con la mirada puesta en los 12.000 puntos. Por su parte, el Eurostoxx también dio un paso importante al superar su resistencia de corto plazo y empezar a mirar a otros objetivos para seguir confirmando esa inercia positiva, como superar su directriz bajista iniciada en abril o cerrar el hueco ubicado en los 3.600 puntos, y así intentar tirarle el lazo a los 3.700. No podemos olvidar que esta semana tendremos a Mario Draghi, que por lo general también ayuda a sumar y que esperemos que se mantenga en su línea.
Con todo esto y como decíamos hace unos días, la foto que se presenta es bastante positiva. En nuestro caso nos falta esa pizquita para dar un golpe sobre la mesa que nos permita sacar pecho. De momento, hoy hemos puesto un ladrillito más habiendo superado, aunque sea tímidamente, al anterior máximo que estaba marcado en los 10.408 (10.430). Posiblemente ese componente de duda que nos envuelve nos dificulta ser más firmes, pero el mensaje sigue siendo positivo. En 10.463 está la siguiente referencia y, desde luego, la clave de este patrón alcista pasará por romper los 10.631. Sin lugar a dudas, está será la señal más clara para poder dejar construida una buena estructura para cerrar el año en verde y empezar a pensar en el siguiente con mayores garantías.