Hola a todos, hoy en Patrimonia, queremos hacer una breve referencia a los dos grandes impuestos que afectan a las personas físicas en el marco de la imposición directa, se trata del impuesto sobre la renta y el impuesto sobre el patrimonio.
Como todos sabemos, el impuesto sobre la renta recae sobre lo que gana la persona física en formato salario, pensión, prestación por desempleo, alquileres, actividades económicas, y también hace que tributen las ganancias que obtenemos de nuestras inversiones como pueden ser: intereses, dividendos, y las ganancias y las pérdidas derivadas de la venta de acciones, venta de fondos de inversión o venta de inmuebles.
Junto con esta tributación que afecta a las personas físicas sobre las ganancias, tenemos otro impuesto que denominamos impuesto sobre el patrimonio. El impuesto sobre el patrimonio recae sobre lo que tiene la persona física, sus ahorros o lo que ha obtenido a través de herencias, donaciones, etcétera. Este impuesto sobre patrimonio en la actualidad está generando situaciones que pueden llegar a ser muy perjudiciales.
¿Por qué? Este impuesto sobre patrimonio recae sobre lo que tienes sin tener en cuenta que rendimientos obtiene este patrimonio, por decirlo de una forma muy sencilla, una persona que tuviera todo su dinero en una cuenta bancaria retribuida al 0% tendría que para impuesto sobre patrimonio y eso provocaría que su ahorro se vería disminuido por la aplicación de dicho impuesto. Es decir, que el impuesto sobre patrimonio nos podría llegar a generar rentabilidades negativas, es decir, ver que el ahorro de la persona física queda reducido. Decirlo de esta manera es muy simplista, para ello dedicaremos un siguiente vídeo que explicará más en profundidad cuáles son esos efectos del impuesto sobre patrimonio.