No parece que vaya a cambiar mucho el panorama antes de que cerremos la persiana para irnos de vacaciones. Todo pinta a que vamos a dejar Europa en soportes y la bolsa estadounidense en niveles máximos, en línea con lo que teníamos a mediados de la semana pasada. Por otro lado, el mercado se encuentra en un momento dulce y nos hace ser optimistas para la última parte del año: el ciclo está soportado por unos buenos datos macro, el balance de los resultados empresariales ha sido positivo, los bancos centrales siguen con sus políticas expansivas y las tensiones políticas en un segundo plano. Al menos, hasta que Donald Trump y Kim Jong Un han vuelto a mostrar su amor en público. La verdad es que podrían dejarnos a los demás tranquilos y ver quien es más macho jugándoselo a piedra, papel o tijera.
Dentro de este escenario, el IBEX, tras varias sesiones al alza que le han permitido superar varios niveles intermedios, no ha conseguido superar la resistencia de los 10.772 puntos, para volver a los números rojos con el nivel de 10.368 como soporte de referencia en el corto plazo. Como ya hemos comentado en más de una ocasión, en nuestra opinión el punto de inflexión lo tenemos en la directriz alcista del último año, que de terminar visitándola en agosto, nos aproximaríamos al nivel de los 10.200 para intentar cambiar con la errática dinámica de los meses de verano. En definitiva, es sobre esta directriz donde tenemos depositadas nuestras esperanzas dentro de un movimiento continuista de la tendencia alcista y que nos hace mantener el punto de mira en los 11.800 de cara a final de año. Por el momento, seguiremos con pasión e interés el romance de verano entre Donald y Kim.
