Si hay un común denominador en la actualidad de los mercados de activos es el nerviosismo. Lo cierto es que el mercado está inmerso en un proceso de elevadas divergencias, que nos impide obtener los resultados que nos gustaría a corto plazo. Sin embargo, esta afirmación tiene siempre una doble connotación.
El operador suele buscar retorno inmediato, es decir, no ver la oportunidad en el momento que se gesta, por la impaciencia y las dudas que genera una posición adversa. Sin embargo, un inversor debería fijarse siempre en la oportunidad que el mercado nos genera, puesto que en ocasiones, merece la pena absorber la volatilidad del mercado, a cambio de obtener precios muy atractivos.
Por ejemplo, ¿acaso alguien duda de que comprando Ibex 35 en 8.600 puntos no ganará dinero? La cordura suele imperar si nos hacemos estas preguntas; sin embargo, la codicia siempre pueda más que la razón, cuando de dinero se trata.
A veces un trader se autoengaña, pensando que somos capaces de obtener la exactitud del movimiento mirando 4 gráficos, pero la realidad es que los gráficos nos ayudan a comprender la situación del mercado nunca a predecir su comportamiento. Las bolsas estadounidenses cotizan en una tendencia primaria en rango o lateral y la bolsa española cotiza en un mercado primario bajista. La superación de los 9.500 puntos nos marcaría una situación de fortaleza, que podría indicarnos que el mercado bajista se ha completado.
Sin embargo, la pauta que podemos observar en el precio es de continuación, una simple bandera ascendente, que implica un rebote o ajuste, de la importante caída vivida en enero/febrero de este año. Técnicamente, la superación de la zona de los 9.500 puntos marcaría la superación de los 2/3 en el proceso correctivo, lo que como les decía, marcaría un nivel de fuerza, bastante significativo.
Sin embargo, a pesar de que técnicamente el desafío sigue siendo bajista, hay muchas circunstancias que nos invitan al optimismo, puesto que por sentimiento y valoración, el potencial del Ibex 35 es para asumir cierta volatilidad.
No nos engañemos, la volatilidad actual del Ibex es muy elevada y eso implica que los movimientos son extremadamente elevados, lo que sugiere importantes rentabilidades porcentuales, pero a la vez, tamaños de posición más reducido, para poder dar un correcto nivel de stop loss.
Si nos hacemos la pregunta de que estrategia seguir, lo cierto es que los precios actuales son bastante significativos, puesto que si hemos definido el mercado primario bajista, no deberíamos de buscar por ahora, más que un objetivo de 9.500 puntos, en una estrategia tipo Swing Trading. Buscar en el proceso correctivo (ajuste del último impulso bajista completado en febrero de 2.016) la operación, es una idea acertada.
En este caso, los niveles actuales son claramente un síntoma o mejor dicho, una información, que nos brinda el precio, para pensar que el mercado está intentando continuar con las subidas (encuadradas en un rebote técnico secundario) con objetivo en los 2/3 o 9.500 puntos.
La base del canal alcista está amortiguando las caídas y lo está haciendo en un total de 6 días. En este tiempo, los bajistas han utilizado la zona de los 8.800 puntos para apretar al máximo a los alcistas, que de momento están controlando el invite. Por encima de los 8.800 puntos, el mercado absorbería todo el dolor bajista y estos, se verían obligados a cerrar cortos, para darle al precio una nueva oportunidad.
El proceso no será simple, pero ¿acaso no debemos aprovechar los ajustes para buscar oportunidad táctica? Claro, lo simple siempre es subirse al carro y es lógico, puesto que al fin y al cabo, el precio se alimenta de codicia y arrogancia, de complacencia y ingenuidad; a la vez que de miedo y sufrimiento, dolor y arrepentimiento...
El momento de entrar es ahora y la pérdida de los 8.250 puntos, nos haría replantear la idea, puesto que entonces, los alcistas habría perdido el control y el movimiento primario continuaría su curso, con la idea clara en el mínimo decreciente.
Así que con todos los riesgos comprendidos y los objetivos determinados, nos lanzaremos a comprar Ibex 35, por encima de los 8.800 puntos con la decisión que de ello se deriva y mientras tanto, a seguir controlando que decisión toma el mercado y si son los osos o los toros, los que se llevan el gato al agua.