Cifradas expectativas teníamos desde inicio de semana respecto al camino que podía seguir el euro con la presentación de Mario Draghi al cabo de la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).
Y las precauciones, según se vio, no eran desmedidas. La divisa única perdió terreno en forma violenta ante las palabras del funcionario, aún cuando en los hechos no se tomó ninguna medida. Claro que el discurso de Draghi no fue gratuito ni exento de contenido, como a veces sucede: dejó abierta la puerta a que en la reunión de diciembre, la última del año, el plan de estímulo a la economía impulsado en marzo se amplíe.
El BCE está comenzando, en cierto modo, a imitar a la Reserva Federal (Fed). Crea expectativas, y los precios van detrás de ellas. Draghi no dijo expresamente que habrá novedades, solo lo sugirió. Pero con muy poco le alcanzó para desplomar a un euro que en verdad no tenía muchos fundamentos para estar por encima de 1,10. No hay que olvidar que pocos meses atrás estuvo a punto de atacar la zona de la paridad ante el dólar.
Muy sobre vendido, el euro debería recuperar posiciones rápidamente, aunque no le alcanzará para revertir el nuevo camino bajista que acaba de tomar. Pero no sería ilógico verlo cerca de 1,13 en estos días, en vísperas de la reunión de la Fed que en principio parece la más inocua del año, pero que podría generar expectativas similares de las del BCE, aunque en dirección contraria, es decir, favoreciendo al dólar.
Precisamente, la moneda norteamericana lideró el camino del jueves, dado que no solo el euro quedó muy debilitado, sino también el yen y la libra esterlina. No tanto las divisas vinculadas al petróleo, que no han sufrido tanto el embate.
¿Qué se puede esperar en un viernes así, luego de los movimientos observados? Veamos: el euro no ha perdido su tendencia alcista de mediano plazo, que tiene dos velocidades: la principal pasa lejos, por 1,09, tomando los mínimos del año en 1,0460.
La segunda, pasa por el mínimo del día hasta el momento, en 1,1071, que ya tocó varias veces. Podemos esperar entonces una recuperación del euro tomando en cuenta su sobre venta, hasta la zona de 1,1130 por lo menos.
La libra esterlina presenta un panorama distinto, con una figura de cambio de tendencia -triple techo- en el gráfico de 4 horas, cuyo alcance aparece en 1,53. Por su parte, el yen tocó 120,98 a primera hora, pero se recuperó rápidamente ante la probabilidad de que el Banco de Japón no amplíe la masa monetaria en su reunión de la semana próxima. El quiebre del máximo mencionado, de todas formas, estirará la baja del yen.
La cifra de inflación minorista en Canadá impactará en el Loonie, que viene cayendo en estas horas,, y que puede superar sus mínimos del día, por ahora en 1,3110; el dato, que se conocerá a las 8:30 del este, es el único de importancia para lo que queda de la jornada.
Por supuesto, la apertura de la sesión americana ofrecerá movimientos importantes, que pueden ser aprovechados; esto sucede en un contexto claramente alcista para las acciones principales de Wall Street, que están siguiendo en los futuros a las bolsas europeas, cuya tendencia diaria también es positiva.