"Antes era la fe ciega en Papá Estado y ahora en Papá Draghi, Papá BCE, como en USA lo es en la Reserva Federal, en Japón en el Banco de Japón y en China en el Banco Central de China. Es decir, sigue sonando la misma música de los últimos meses, la que toca la orquesta de los bancos centrales. Hasta ahora, han sacado muy buen provecho de esta fiesta los bancos anglosajones, como lo hemos visto en las asombrosascuentas de resultados presentadas esta semana y los grandes fondos tenedores de bonos, acciones o instrumentos vinculados a activos inmobiliarios. Es decir, los grandes especuladores institucionales. El resto de los mortales apenas ha tocado bola y si la ha tocado, lo ha hecho con más miedo que otra cosa, porque el acceso al mercado actual es muy difícil y complicado. Ayer, el BCE hizo gala, de nuevo, de una gran dialéctica al lanzar el guante al mercado de que comprará bonos con menos garantías, es decir, está dispuesto a comprar lo que antes no estaba dispuesto. Habrá que ver si el pronunciamiento se queda ahí o si, por el contrario, el BCE pasa a la acción. En nuestra gestora lo vemos muy complicado, porque los alemanes y otros miembros comunitarios del Norte ni han estado por la labor ni lo van a estar. Suficiente, en cualquier caso, para mantener viva la fe la confianza, la esperanza y, sobre todo, para que los activos bursátiles no se desmoronen. Un mensaje de optimismo, de buenas intenciones, como tantos otros", me dice el analista jefe de una de las principales gestoras de fondos nacionales.
"Hay mucha gente, más de la que creemos, que sigue esperando el Milagro de las Bodas de Caná de Galilea la multiplicación del dinero y la asunción de pérdidas contraídas en una vida fácil y sin esfuerzo, siempre al límite y muy por encima de nuestra posibilidades, por los Estados y como éstos no han podido, por el Banco Central Europeo, por la Reserva Federal de Estados Unidos o por el Banco Central de China. Los japoneses ya saben mucho de este asunto: más de 20 años metiendo dinero a espuertas en el Sistema y el Sistema sigue sin funcionar, porque el Sistema aún sigue gripado por los excesos inmobiliarios y bursátiles vividos en Japón hace 20 años. Sí, Japón es un buen ejemplo de lo que nos espera a los españoles y otros europeos del Sur, aunque aún lo pasaremos mucho peor, porque nuestros mimbres son más endebles, mucho más débiles, que los de Japón...".
"Mucha gente, digo, que espera el Gran Milagro a través del rescate de bonos, empréstitos y demás basura ¿Pero en qué cifra, en qué activos piensa la gente y los actores en los Mercados? Una vez más hemos asistido desde hace unas horas a una súbita mejora artificial de los mercados (anulación de posiciones cortas, ausencia de negocio, manejo de los hedge funds...) pero ello no debe hacernos perder el norte, olvidar que en dos días la Bolsa pierde más de lo ganado en dos semanas...".
"Creer en los Milagros, cuando lo que hay y lo que llega es más presión fiscal, y en la barra libre de los bancos centrales, cuando la realidad es que NO HAY DINERO EN EL SISTEMA, salvo los que utilizan día y noche la máquina de hacer billetes, te puede arruinar, que es lo que viene sucediendo con muchos cazagangas y cazafantasmas desde 2007".
"¡Huyan de los Mercados! ahora que la borrachera se extiende", me aconseja el director de estrategia ¿Estamos obligados a un mundo (mercados) indefinidamente soportados por los bancos centrales? Ya sé que no hay nada indefinido, aunque la decisión de la Fed de no acotar ni de forma temporal y en cantidad el nuevo QE3 se parece bastante. O las alusiones del BCE de comprar basura-deuda de los países asistidos de forma ilimitada. Y, naturalmente, hay poco que añadir sobre la actuación continuada del BOJ...".
"¿Por qué se ven obligados a aprobar medidas expansivas no tradicionales los bancos centrales de países desarrollados? El hecho de que hayan agotado o estén a punto de agotar los instrumentos de política monetaria tradicional es una argumentación importante. También, naturalmente, la fragmentación de mercados que hace inoperante la transmisión de los tipos de interés oficiales. Pero, hay un factor especialmente importante: la conexión entre el desapalancamiento de deuda, estancamiento y/o recesión económica y Crisis del sector financiero. Al final, la actuación de los bancos centrales sirve para muchos objetivos desde abaratar y mejorar las condiciones de financiación, represión financiera ante los elevados déficits públicos y crear mercados limitando o al menos amortiguando su contracción. Estamos, me temo, ante movimientos estructurales y no tanto cíclicos. Hay que adaptarse a ellos. También sacar provecho, gestionando de forma adecuada el riesgo, me decía J.L. Campuzano hace ya algún tiempo...".