La Reserva Federal tiene un mandato dual que es “nivel máximo de empleo y precios estables”, según la ley vigente, lo que significa que las cifras de inflación y empleo son básicas al momento de establecer sus políticas. A comienzos de año la estabilidad del empleo y el optimismo general de la Fed impulsaron al dólar con la esperanza de que el banco central comenzara con su anunciado ajuste subiendo sus tasas de interés en junio próximo.
Sin embargo, aquella posibilidad la semana pasada pareció disiparse, después de conocerse varios datos decepcionantes sobre la economía estadounidense. El PIB del primer trimestre fue una gran desilusión al mostrar que la economía había crecido 0,2% anual, por debajo de las expectativas. Se responsabilizó por ello al dólar fortalecido y al clima frío, pero luego vino abril y las cifras macroeconómicas fueron más débiles, sugiriendo que el avance económico general había disminuido.
Sin embargo, el dato de empleo de abril pasado, conocido el viernes, informó que se crearon 223.000 puestos de trabajo, apenas por debajo de lo que esperaban analistas, en promedio entre 225.000 y 228.000, y la tasa de desempleo cayó desde 5,5% a 5,4%, nivel más bajo desde mayo de 2008.
De todas formas, y según las últimas proyecciones del FOMC para los próximos tres años, la inflación parece ser más crítica que las cifras de empleo, ya que se estima que se mantendrá por debajo de la media mientras que la tasa de desempleo se espera que continúe cayendo.
El EUR/USD cotizó el jueves 1,1390, su nivel más alto en tres meses, tras el informe laboral ADP del jueves pasado, pero manteniendo intacto el impulso alcista. Mientras, los economistas de la Unión Europea elevaron el martes las previsiones económicas para la eurozona al considerar que el abaratamiento del crudo y los estímulos del BCE deberían ayudar a que el crecimiento de la región se acelere este año, pero pusieron en duda el que la economía europea continúe expandiéndose a este ritmo a largo plazo.
La semana terminó mostrando la victoria, con una cómoda mayoría absoluta, lograda por el primer ministro británico, David Cameron, que así aseguró la continuidad de su gobierno. Al cierre del mercado el viernes en New York el euro cotizaba a USD 1,1203.
Panorama argentino: aumentan las ventas del "dólar ahorro" y bajan reservas
La semana pasada finalizó con otra frase "paradigmática" del presidente del BCRA, Alejandro Vanoli, que incluyó en el discurso que pronunció el viernes al cierre del 10º Congreso del Consejo de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí, con su énfasis habitual, afirmó: "La etapa del desendeudamiento en la Argentina tocó un piso", tras advertir también sobre "el peligro de depender del crédito externo".
Pero el viceministro de Economía, Emanuel Alvarez Agis, también protagonizó un hecho similar, cuando en su disertación proclamó que "Hoy la ortodoxia en materia de política monetaria mundial habla de la tasa de interés, no de la cantidad de dinero", sin justificar por qué en la Argentina aquello se ignora.
Mientras, el BCRA tuvo que pagar en la semana diversos vencimientos de deudas de corto plazo y por eso sus reservas mostraron, al cabo de las cinco jornadas, una caída de USAD 67 millones al sumar, según datos oficiales provisorios, unos USD 33.842 millones. Cabe recordar que al cierre del viernes 4 las reservas se habían incrementado a USD 33.901 millones, debido a ingresos parciales del bono a diez años por USD 1.500 millones suscripto por la empresa estatal YPF (BA:YPFD).
El otro tema que merece especial atención es el de las compras del "dólar ahorro" impulsadas por el Gobierno para que luego se vendan en el mercado informal y sirvan como barrera para frenar la subida del valor del dólar en el paralelo.
Al cierre de la semana pasada el total vendido en lo que va del año sumaba unos USD 222,8 millones, según informó la AFIP, resultando el monto total comprado por los ahorristas desde el 27 de enero de 2014, fecha en la que se implementó el sistema, nada menos que USD 8.088,6 millones.
También sorprendió la Comunicación “A” 5751, emitida por el BCRA con fecha 4 de mayo, con el claro propósito de alentar el ingreso de divisas desde el exterior y flexibilizar levemente algunas trabas que pesan sobre esa modalidad que utilizan los exportadores. La nueva norma dispuso que los exportadores que obtengan sus dólares a través de líneas de crédito en otros países o prefinanciaciones de bancos locales, pero provenientes del extranjero, podrán contar con un mayor plazo, de hasta seis meses (en lugar de los 30 días que rigen hoy), para efectuar el cambio de esos dólares por pesos en el mercado cambiario.
Asimismo, según trascendió de fuentes allegadas al Gobierno, el BCRA estaría estudiando la posibilidad de ajustar las condiciones vigentes para que las empresas importadoras puedan realizar más pagos al exterior por sus compras de bienes y servicios en las próximas semanas. Al respecto, ya se notó que ya hubo un aumento de los importes semanales autorizados a empresas del sector automotriz y a las compañías instaladas en Tierra del Fuego.
Por su parte, el Directorio Ejecutivo del FMI se reunió el jueves pasado para revisar la situación económica de la Argentina, cuyo informe económico del artículo IV lleva un retraso de 90 meses (más de siete años).
En Latinoamérica, sólo Argentina y Venezuela llevan más de año y medio sin realizar este informe, a pesar de que por voluntad propia siguen perteneciendo a la entidad. Mientras, el MULC argentino sigue con fuerte expectativa por los ingresos de divisas correspondientes a la cosecha fina, que todavía no se realizan según los montos diarios esperados, habiendo sumado en abril un total de promedio semanal de sólo unos USD 426 millones.
En las cinco últimas jornadas las entidades bancarias operaron entre sí un total de USD 1.247 millones, con un promedio diuario de USD 249 millones, un 53% menor al del similar período anterior, que había marcado un récord desde el 16 de diciembre de 2014. El Banco Nación fijó el viernes su cierre vendedor de transferencia en $ 8,9280, con una subida semanal del 0,2%. El BCRA tuvo un saldo positivo en sus intervenciones diarias de USD 90 millones.